La sangre no dejaba de recorrer, por el cuello de Monserrat, que apenas, había cumplido, veintidós años, ante muchas preguntas, que se hacían los detectives, Castellanos y Soto sobre aquella dantesca escena.
Había nacido esa noche, un asesino que buscaba venganza, o quizá, sólo diversión,pero estaban decididos, a descubrir quién era el responsable, y dar las respuestas a sus familiares.
Mientras sólo pensaban,en lo que estaba escrito, en la pared, ¿Qué significaba ese mensaje?.
La casa estaba en total orden, no forzaron cerraduras, y no se llevaron nada.
Descartaron que hubiera sido un robo, y no podía ser un crimen pasional,porque toda su vida vivió lejos de su familia.
Los vecinos confirmaron, que no vieron ningún novio o amigo cercano, y que ella vivía en la extrema soledad.
Uno entre burla, comentó que se le notaba en la mirada, que estaba muerta por dentro.
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