Antes que nada, quiero que sepan que no sé cómo mi mente trabaja tanto mientras duermo, no les mentiré, duermo muy profundo. Tampoco entiendo cómo recuerdo todo después de despertar, una cosa que sí sé es que mis sueños no suelen ser aquellos dulces que los padres siempre dicen que tengas, de hecho, si llego a tener uno así sería un milagro.
Soñé que estábamos paseando con unos amigos por New York, la ciudad que enamoró a mi marido desde la primera vez que fue; pero esta vez era una ciudad muy vieja, no era moderna ni de esta época, parecía abandonada y el ambiente era de un cierto tono rojizo oscuro.
Estábamos de turistas, comiendo dulces y chocolates, nuestra única opción para divertirnos era ir a un parque que había en la ciudad, la única que había en el mapa. Decidí buscar en mi celular atracciones turísticas para seguir con nuestro plan y encontré una iglesia no muy lejos de nuestra locación, decía que dentro de ella había el cuerpo de un vampiro y quien quisiera ir era bienvenido, era ver para creer.
No lo pensamos dos veces y nos pusimos en marcha. Eramos cuatro (4) personas, Vanessa, Leonardo, Jimmy y yo.
Para llegar debíamos entrar por el agua, nadar una corta distancia y subir unas rocas. Era una iglesia muy antigua, de estilo gótico como de los años 1200, en un ambiente gris y desolado. Sin dudar, abrimos las puertas y por dentro era rojo terciopelo de piso a techo, tenía velas por todos lados y con candelabros de cristal muy grandes. Al fondo, en todo el centro se encontraba el altar, decidí caminar hasta él y lo ví, expuesto como un trofeo, era un hombre con alas sin plumas y cabeza de caballo con colmillos largos desgastados, sin carne, sólo huesos, un esqueleto que jamás en mi vida había visto. En ambos lados le acompañaban torsos, eran solo hueso, pero en cada costilla tenían dientes. Mientras los detallaba, comenzaron a moverse lentamente, y ahí caí en cuenta de que estaban vivos, los 3.
Mientras yo quedaba inmóvil al ver cómo intentaba sacudir sus débiles alas, volteó su craneo hacia mí y me dijo que cuando llegara el elegido ellos lograrían moverse y lo mirarían directamente, y acercándose lentamente a mi oreja me dice “gracias”.
Del terror salimos corriendo, Leo y yo nos fuimos por un lado mientras perdíamos a los demás de vista y nos metimos en un pasillo donde había un espejo grande en toda la pared. Acorralados, venían unos perros absurdamente grandes que tenían colmillos largos, venían hacia Leo, pero él se pego al espejo y desapareció, así que decidí hacer lo mismo y cuando me di cuenta, había atravesado el espejo. Era como una entrada secreta a otro tiempo, habían personas “orando” en reclinatorios, habían fallecido en la iglesia y sus almas estaban atrapadas. Una mujer se nos acercó y nos dijo que teníamos que salir de ahí antes de que fuera muy tarde, y más si me habían elegido a mí.
Decidí regresar y mientras intentaba atravesar de nuevo el portal, desperté!
De vuelta a la vida real con un recuerdo de esta aventura, llena de desespero y adrenalina de pocos segundos que nunca pasó.
Vielen Dank für das Lesen!
Wir können Inkspired kostenlos behalten, indem wir unseren Besuchern Werbung anzeigen. Bitte unterstützen Sie uns, indem Sie den AdBlocker auf die Whitelist setzen oder deaktivieren.
Laden Sie danach die Website neu, um Inkspired weiterhin normal zu verwenden.