raymond Sebastián Pulido

Siempre me intrigó aquella vieja casa que estaba al lado, un sinnúmero de rumores e historian relatan los tenebrosos y perturbadores eventos sucedidos dentro de esas cuatro paredes. Me pregunto si serán ciertos.


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Kurzgeschichte
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La Bruja

Un día, llevado por la intriga, le pregunté a mi abuelo por la casa de al lado. Se trataba de una vieja y desgastada casa que llevaba años vacía. La gente que transitaba por la calle ni siquiera se acercaba a la casa, cambiaban de acera o caminaban en medio de la calle, hacían todo para evitar acercarse. Cuando le pregunté a mi abuelo por aquella casa, éste me contó una historia.


Hace muchos años atrás, hubo una mujer de la piel quemada y cabello de estropajo, quien vivió en esa vieja casa. Había muchos rumores sobre ella y las cosas que sucedían en esa casa, gritos y cánticos al diablo se hacían escuchar por toda la calle cada vez que la luna se cernía sobre la ciudad de Cumaná. La mujer vivía con su perro como su única compañía, no era un perro muy grande, pero su pelaje negro como la noche y ojos brillantes cual fuego lo hacían ver intimidante. Dicen que al caer la noche, aquel animal cambiaba de forma y se convertía en una bestia macabra… Un Sabueso del Infierno, decían aquellos que afirmaron verlo.


En aquel entonces, no existía ese muro que separa la casa del cementerio. No había rejas o vallas que la diferenciaran de aquellas tierras fúnebres, pero la mujer no se preocupaba por eso. No había hombre tan valiente o ladrón tan tonto como para allanar su morada, pues incluso los perros que orinaban su pared amanecían muertos. Sin cabeza ni corazón, aquellas desafortunadas almas se volvieron su sacrificio.


Dicen que las brujas pueden convertirse en animales y debe ser cierto, pues cada noche al alzarse la luna, la mujer salía de casa vistiendo ropaje de ave. Un cuervo de enormes alas negras azabache y tres flamantes ojos rojo, una sombra que recorría los senderos del cementerio buscando cadáveres de los cuales alimentarse. La presencia del ave demoníaca se volvió un presagio de muerte, pues todo aquel que la viera a los ojos, moriría a las pocas horas.


Tierra de muerto, corazones de perro y huesos humanos eran los materiales para sus ritos al diablo, hay quienes dicen haberla visto arrojar esas tres cosas a las hogueras que encendía en su patio mientras bailaba y cantaba en una extraña lengua. Por más mórbido e inquietante que fueran sus actos, nadie se atrevía a denunciarla. No querían volverse victimas de sus oscuros poderes.

Una fría noche de invierno en el año 1999, aquella mujer que fue temida como “La Bruja”, murió. Encontraron su cuerpo carcomido por cuervos, días después de su deceso. Falleció mientras dormía, afirma la mayoría. Pero hay quienes dicen que dicen que no murió de forma natural, que fue el diablo quien llegó para clamar su alma.


Incluso después de su muerte, los rumores sobre La Bruja siguen circulando en las calles de Miramar. Pero… hay cosas que todavía no entiendo.


Si la mujer está muerta, ¿Quién mató a mi perro…? ¿Quién le cortó la cabeza y le sacó el corazón? ¿De quién son las huellas que encuentro en mi patio cada mañana? ¿Qué animal deja una huella tan grande como esa? ¿De quién son las plumas que aparecen en mi ventana cada día? ¿Qué es el cuervo que veo en mis sueños? ¿De quién es la voz al otro lado de la pared? ¿De quién es la voz que llama a su casa cada noche?


Si La Bruja está muerta… ¿por qué puedo verla?

21. Mai 2021 14:48 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

Über den Autor

Sebastián Pulido Mayormente escribo poemas y relatos cortos, me gusta el romance, el terror, lo sobrenatural y la fantasía.

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