mjcarvajal MJ Carvajal

Las teorías de nani; cuenta la historia de Miranda. Una chica como tú, con problemas como cualquiera. A su vida llegara verónica, quien le hará creer en el amor, el dolor y la traición. Despertando en nani el optimismo que todo problema tiene solución... inclusive la muerte.


LGBT+ Nicht für Kinder unter 13 Jahren. © MJ Carvajal

#lesbian #bisexual #amor #traicion #245 #mecanica-del-corazon
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319 ABRUFE
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Teoría de un comienzo : Miranda

Quizás el amor no era lo mío. Pensaba mientras el agua fría de la ducha caía sobre mí, mis manos agarraban mi cabeza para tratar de mantenerla firme ante tantos pensamientos absurdos que aquella noticia trajo en mí. Miraba las gotas de agua recorrer mi cuerpo, admirándolas, pensaba en lo maravilloso que sería ser agua. Estos y otros pensamientos tontos era lo que tenía en ese momento para escapar o tratar de escapar de mi realidad, mi absurda y patética realidad. Un juego de llaves se escuchó, sabia era ella. Ni modo, ¿Quién más podría ser? El mini departamento que ambas compartíamos solo constaba de dos habitaciones, la nuestra y la que habíamos convertido en estudio y todo lo que se nos diera la gana de hacer allí. En ocasiones, incluso era nuestro hotel distinto. Sonreí como idiota al recordar aquella ultima vez, que lo hicimos allí. Sonreí si, antes de caer en cuenta de nuevo en lo que había sucedido.

-Pensé no volverías – le dije sin mirarle a la cara, mientras con una toalla secaba mis cabellos.

-No quiero perderte – su voz estaba algo ronca, había estado llorando. Pero a mí no me importo, no me importaba nada en ese momento, solo quería darle una bofetada y nunca volver a verle, si pudiera.

-Lástima – me limite a decir.

Me encerré en el baño a vestirme, parecía mentira. Pero la persona con la cual había decidido compartir mi vida, era una completa desconocida para mí. Nunca creí fuera capaz de hacer lo mismo que los demás, no tenía ganas de llorar, no quería reclamar, ni siquiera me apetecía saber el por qué. Yo solo quería estar sola, y tenerla cerca solo me provocaba una rabia inmensa, unas ganas de destruirle la vida, sin embargo... ni de eso era capaz.

-Sé que te decepcione, pero si escuchas mi motivo entenderás. – hacia un esfuerzo grande en querer convencerme para platicar, es decir, al menos le importaba un tanto. Eso quería creer, honestamente ya no creía en nadie.

-Lo mejor será que te vayas, o me iré yo. Da igual. No podemos hablar ahora – sé que mi respuesta le produjo una intranquilidad, lo se podía sentirlo. Pero de verdad, no tenía ganas de escuchar sus excusas, su estupidez. No había nada que decir, cachos son cachos, aquí en china y donde quiera ponerlos. Lo siguiente que escuche fue la puerta cerrar, de mis entrañas salió un suspiro gigante, de resignación. Salí del baño y me acosté en la cama, a mi lado una pequeña nota con el anillo que meses atrás le había entregado, no pude evitarlo de mis ojos lagrimas resbalaron.

El tiempo paso, un año exactamente desde la última vez. Nuestra última vez, me resigne al amor. A no amar. Aunque me mentía, la amaba a pesar del tiempo y los daños. Tomaba un sorbo de café mientras miraba las palomas revolotear en la plaza, la risa de los niños y las personas haciendo lo mismo de todos los días en ese pequeño instante me recordaron lo hermosa que era la vida. Caí en la monotonía, ya ni siquiera salía. Excepto para ir a trabajar, de vez en cuando iba a comprar una pizza. La mayoría de las veces simplemente las pedía en casa. Me molestaba llegar a casa pero tampoco hacia el esfuerzo de irme a otro lugar, era nuestra casa. Y ahora simplemente estaba yo.

El timbre sonó en un par de ocasiones, me alarme un poco. Eran las 4am y yo solo maldecía a quien pudiera estar afuera. No me levante. Supongo pensó no estaba en casa. Sin embargo a la media hora sonó de nuevo, me pare como alma que lleva el diablo. Tome un bat que conservaba desde mi infancia, era de mi hermano. Pero el niño salió gay porque nunca lo uso. Me lo auto regale.

-¿Quién se supone que toca a estas horas a mi puerta? – pregunte súper enojada, había por fin dormido, algo que no hacía en mucho tiempo.

-Yo - Juro que en ese instante me paralice. La voz que no creía escuchar nunca más llamaba a mi puerta. Sentí escalofríos recorrer mi cuerpo, una especia de alegría semi amarga invadió mi ser, el bat resbalo de mis manos y cayó en mi pie.

– Coño – exclame de dolor.-¿Qué carajos haces aquí? – pregunte extrañada

-He querido aclarar las cosas desde hace un tiempo – su voz dulce hacia que mi corazón saltara de emoción.

-Un poco tarde – replique

-Solo el tiempo necesario, el tiempo que necesitabas. – respondió.

Abrí la puerta molesta por su respuesta. Admire su cabellera negra y esos ojos hermosos que me miraban, como la primera vez. Si, parecía mentira o me estaba mintiendo pero no podía despegar mi mirada de la de ella, a pesar del tiempo. Seguía enamorada como una idiota de ella.

-Un año, ¿te parece era lo que necesitaba?

-Cuando trate de arreglar las cosas inmediatamente no me dejaste. – paso mirándome a los ojos, de repente se acercó a mí. Sus labios fríos tocaron mi mejilla y entonces me dio el beso más dulce que jamás. Me había dado. Yo simplemente me congele.

Se sentó junto a la cocina. Me pidió la escuchara. Ya no tenía nada que perder. Eso hice. Me contó la historia más típica que podía contar. Pero no me enoje. No hice berrinche, ya no importaba. Me sentía dividida la tenía al lado y quería abrazarla, pero por otra parte solo quería ignorarla. Tomo un libro de bocetos que tenía junto al mesón de cocina. Lo abrió y ojeo. Se trataban de mis teorías. Las teorías que escribía y dibujaba cuando vivíamos juntas, y que seguí dibujando cuando se marchó. Con más intensidad.

-Las seguiste escribiendo – pregunto con aquella cara de felicidad que la invadió de repente.

-Claro... esta (señalando un boceto del libro) y otras teorías quería descubrir junto a ti, a tu piel.

-¿Querías?

-Pareces sorprendida, ¿Qué esperabas? – me desconcerté un poco y subí el tono en ese momento. Ella un tenia poder sobre mí, a decir verdad nunca se lo había quitado. Así que sonreímos. Como si de una primera cita se tratara.

-¿aún lo quieres intentar? – pregunto mirándome a la cara, en el fondo ella sabía que así lo quería, pero el orgullo en ocasiones, puede más. Me limite a devolverle otra pregunta.

-Tú, ¿aún lo querrías? –le mire mientras en tono frió cerraba la interrogante. Me levante y me fui a la habitación a pensar.

17. April 2021 01:18 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Fortsetzung folgt… Neues Kapitel Jeden Freitag.

Über den Autor

MJ Carvajal Hey.. Soy Mj Carvajal. Diseñador Gráfico De Profesión. Con un intento de escritora, mi cabeza es un mundo de letras, intento plasmar lo que esta piensa. Desde la teoría más hermosa, hasta la poesía que denota. Si pasas por aquí, por favor, quédate. Dame la oportunidad y lee un poco de mí.

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