νόστος Follow einer Story

Sus manos viajaron hacia los muslos de su amante, sus dedos presionaron fuertemente sobre la piel levemente bronceada, mientras sus labios chocaban naturalmente en besos abrazadores y apasionados. Sus cuerpos, ardientes y frenéticos, se mantuvieron cautivos de sus deseos, moviéndose con sincronía hasta que los jadeos envolvieron el ambiente silencioso y convirtieron su habitación matrimonial en un oasis de pasión y añoranza.

Hoseok movió sus caderas hacia el interior de su omega. Un gemido resonó sobre sus labios, siendo apenas audible en el exterior de la habitación oscura. Las velas iban apagándose una tras otra, incapaces de contrarrestar el fuego que ellos mismos significaban. La noche estaba apenas llegando a su cúspide, la madrugada estaba haciendo su aparición sombría y todos dentro de la manada dormían, pero ellos no podían detenerse en ningún sentido. Mientras sus cuerpos se unían por última vez y sus labios se negaban a soltarse, la detestable mañana iba acercándose prontamente, siendo inevitable ante ellos.

El alfa lo sostuvo contra su cuerpo por unos minutos más, sus cuerpos danzaron, sus pieles se unieron y en el último grito de éxtasis, ambos consiguieron verse a sí mismos, maravillados el uno con el otro y satisfechos en todos los sentidos. Sus manos se juntaron en el último segundo y fueron capaces de exhalar el aire retenido en sus pulmones.

Fueron unos minutos después cuando el nudo fue debilitándose y ambos pudieron cubrirse con las coloridas mantas de su cama matrimonial. Taehyung se acercó al cuerpo de su pareja y se abrazó a este, sus ojos se cerraron con cansancio y una sonrisa se dibujó en sus labios al sentir su aroma tan cerca de su rostro.

— ¿Partirás al amanecer? —preguntó en voz baja.

Hoseok lo cubrió con sus brazos y perdió su vista en el humo desprendido de la última vela que fue apagada por el frío del exterior. Sus dedos acariciaron el cabello del omega con ligereza, mientras se llenaba del aroma de su loción combinado con el de su lobo.

— Las murallas se abrirán temprano en la mañana y tengo que estar allí.

— Sé que lo hemos platicado muchas veces, pero, si yo hablara con Minerva, tal vez podría impedir que fueras con ellos. Podría obtener un favor de...

El alfa lo besó en la frente y no permitió que hablase más. Por mucho que deseaba darle una pequeña esperanza a su pareja, era imposible para él pensar en una solución factible, pues todo estaba en contra de su estancia dentro de la manada.

— Nada se otorga sin pedir algo más a cambio —mencionó con voz baja— esos imbéciles están esperando a que vayas a rogarles para tomarte como recompensa. No permitiré que piensen en ti como su diversión.

— Si te vas, será más fácil para ellos intentar algo.

Lo entendía claramente. Salir de la manada sería un pase gratis para que los alfas se acercaran a su pareja y lo cortejaran. Ni siquiera la marca en su cuello o la hija que tenían juntos era un impedimento para que los alfas del Concejo trataran de obtener algo más que un saludo cordial de su omega. Lo entendía perfectamente. Pero, negarse a las órdenes del líder significaría la excusa perfecta para exiliarlo de la manada. Entonces, ni siquiera su relación con Taehyung podría detener el abuso de poder de sus autoridades.

Toda era una mierda, pero no tenía algo más que ofrecer en ese momento.

La expulsión de su anterior manada lo obligó a vagar por el norte del país, en búsqueda de un nuevo hogar o el alimento diario del que no podía privarse. No tenía absolutamente nada más que su ropa y unos miserables centavos en el bolsillo. Pero, entonces, en las afueras de las murallas se encontró con un omega gentil que había curado sus heridas. Y, cuando consiguió convencer a los líderes de quedarse, se casó con su salvador.

— A veces pienso que tu familia tenía razón al oponerse a nuestra unión —comentó con resignación—. Si sufres ahora, es por mi culpa.

Taehyung golpeó su pecho con molestia. Sus furibundos ojos de tigre transmitían más de lo que deseaba. Su molestia y tristeza al mismo tiempo.

— Te amo —mencionó— y eso no va a cambiar.

La habitación quedó en silencio. Afuera, solo se escuchaba el sonido de los grillos y el movimiento de los árboles. La nieve caía en silencio y cubría la vegetación y las casas, las cuales se mantenían calientes gracias a la leña obtenida semanas atrás. Hoseok pensó en su hija, quien dormía en la primera planta, y trató de no reparar en el tiempo que estaría sin abrazarla o escucharle cantar en las mañanas.

— Sin importar el tiempo que tarde en regresar —volvió a decir en la oscuridad— espera por mí, por favor, cariño.

La respuesta del menor llegó tras aferrarse a su cuerpo y derramar las pocas lágrimas que le quedaban. La incertidumbre que ensombreció su alma al amanecer perduró durante mucho tiempo, al igual que su deseo por tener a su pareja de regreso.

Hoseok no giró en su dirección la mañana que partió, ni siquiera pudo aguantar las lágrimas que se perdieron bajo su bufanda roja, la cual había sido tejida por su pareja. No pudo observar el camino de regreso porque estaba seguro de que su voluntad flaquearía una vez que observara a su familia. Con el almuerzo hecho por su pareja, su chaqueta favorita cubriendo su cuerpo y una corta promesa, Jung Hoseok partió en busca de la aceptación completa de su manada.

Pero, las noticias sobre su paradero dejaron de llegar un mes después de su partida.

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NOTA:

Este fic no es romántico, como en la mayoría de mis fics, es más inclinado a lo bélico y la lucha del hopekook por regresar a su hogar. Todo girará en torno a Hoseok y Jeongguk, por lo que las parejas se darán a través de recuerdos o conversaciones de ambos.

Es algo diferente, pero espero que les guste ♥

En este universo, los cambiaformas viven escondidos en manadas dentro del bosque. No son solo lobos, sino también otros animales. Los humanos no conocen sobre ellos y evaden la verdad sobre sus orígenes.

Taehyung es un omega tigre y Hoseok, un alfa lobo.