Tenía la boca llena de sangre, sus ojos se iluminaban con cada mordisco que daba el pequeño, había escuchado la suplica y lamentos de aquella víctima. Esos gritos le invitaban a cumplir con su cometido...Comer
—Buen chico, ¿Te gusta más este?— La voz rasposa de su pareja le hizo dejar lo que estaba haciendo para mirar a los ojos a su ser más amado.
—Sí, Taetae— El pequeño Sacó una sonrisa que iluminaba la vida de cualquier persona.
Taehyung sabía la maldad y desesperación que escondía ese pequeño humano conejo. Lo había encontrado por accidente, cuando él pequeño estuvo a punto de acabar con su cuerpo.
—TaeTae, siéntese conmigo, tengo un festín en la mesa y quiero que me acompañe—
—Claro que te voy a acompañar pequeño—
Taehyung siempre pensó que él estaba loco, nunca había probado carne humana, pero la sensación y el olor a muerte que le causaba cada vez que veía a sus víctimas morir, le hacía sentir loco.
Pero se le olvidaba un gran detalle, Jungkook esta más loco que él y no solo por ser Caníbal. Se dice que todas las personas tienen otra cara ¿no?.
Bueno, Taehyung va a descubrir esa cara.
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