①.Destined🦋࿐ [SanWoo][OS] Follow einer Story

En aquella época las hadas eran cazadas por los lobos exiliados que se dedicaban a la mala vida para sobrevivir, estas eran esclavizadas en esas manadas debido a su magia de curación; además de ser una especie extraña, sus alas eran arrancadas y vendidas a las brujas del bosque oscuro, estas pagaban muy bien. Si las hadas se metían a territorio prohibido nunca más regresaban...

¡Atrápenlo!

¡No dejen que se escape!

¡Esta herido, búsquenlo!

Los quejidos y el crujir de las hojas al ser aplastadas era lo que se escuchaba en aquel bosque, una pequeña hada había sido herida justo en su pecho, tenía un paño en su mano tratando de detener la sangre, una de sus alas estaba rota. Su frente estaba llena de sudor frio y su rostro pálido. Su respiración empezó a fallar, pasos y voces detrás de él se escucharon. Lo único que pensó fue que era su fin, las lágrimas no dejaban de caer, su cuerpo se debilito, sus piernas temblaron y cayó de rodillas para luego desmoronarse en el frio suelo, su vista se nublo y oscuridad fue todo lo que vio.

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Su cuerpo pesaba, cuando abrió sus ojos se topo con un lugar que no conocía, vio a todos lados aquel cuarto estaba iluminado por velas. Con cuidado se sentó en la gran cama y vio por la ventana, era de noche, su cuerpo sintió terror cuando unos pasos se escucharon al otro lado de la puerta. La perilla se movió, tenía miedo de la persona que estaba detrás del pedazo de madera.

¿Si era alguien malo?

¿Y si los cazadores lo encontraron?

Todo pensamiento se esfumo y miedo lo invadió, su cuerpo temblaba como gelatina, vio como en cámara lenta una cabellera negra con mechas rojas se asomaba en la entrada; un hombre que no conocía entro por completo cerrando la puerta suavemente.

—Después de cuatro días al fin despiertas, pensé que morirías. —el chico traía en sus manos un recipiente con comida.

Al ver la dulce sonrisa de aquel joven de tez pálida y mirada gatuna hizo que todo el miedo se esfumara y su cuerpo se relajo. Pero algo llamo su atención, aquella cicatriz en su mejilla derecha.

—Perdón si te asuste, pensé que aun dormías. Me llamo San. —el pálido se sentó en la cama y una de sus manos la dirigió a la frente del otro chico, revisando su temperatura.

El hada al sentir esa mano cálida en su frente de inmediato se sonrojo, levanto su vista y sus ojos azules se toparon con unos bellos ojos grises.

—Soy Wooyoung. —Dijo en un susurro— ¿Qué me paso? ¿Cómo me encontró? —pregunto desesperado.

—Venía de regreso, estaba recorriendo el bosque, cuando escuche unas voces, me acerque a ver quienes habían entrado a mi territorio, vi a cinco Alfas cazadores buscar algo, cuando baje mi vista estabas tirado en el suelo lleno de sangre. —hizo una pausa y le entrego la comida al peli morado, este dio un pequeño "Gracias" al recibirlo. —Te arrastre hacía donde yo estaba, libere un poco de mi aroma para que no rastrearan el tuyo. Por suerte ellos se dieron cuenta que habían entrado a territorio equivocado y se fueron. Te traje a casa y cuide de tus heridas. —volvió a sonreír dulcemente.

— ¡Espera! ¿Aroma? ¿Territorio? —Woo levanto su rostro y vio fijamente al chico frente a el­. — ¿Eres un...lobo? —

— Si, lo soy. Pero, no te asustes, no te dañare, no soy como los demás. — San vio como el hada con ojos llorosos empezó a buscar algo en su espalda.

— ¡Mis alas! ¿Dónde están mis alas? — dijo llorando, su voz se escuchaba dolida.

—No pude salvarlas, una ya no estaba y la otra estaba demasiado dañada. Lo siento mucho. —el ojiazul empezó a llorar, sus preciadas alas ya no estaban. San al ver eso se acerco un poco al pelimorado y lo abrazo. —Ya no llores, pequeño. Todo estará bien. —

Wooyoung seguía llorando y el alfa lo consolaba, dejando suaves masajes en el cabello y espalda. No supo cuanto tiempo paso, solo se escuchaban los suspiros del hada. Con cuidado movió el pequeño cuerpecito y lo acostó en la cama, con un pañuelo húmedo limpio las lágrimas secas y lo arropo.

—No te conozco pero algo dentro de mi dice que te cuide y así lo haré. —hablo con voz baja. —Dulces sueños pequeña hada. — se inclino y beso la frente de Woo.

A pasos suaves salió de la habitación, cerrando la puerta sin hacer ruido. Se acostó en el sillón y se dispuso a dormir, esperando a que el día de mañana el hada estuviera mejor.

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Wooyoung se encontraba sentado en la cama viendo el paisaje por la ventana, sintió que se hundía la cama, giro su rostro y le sonrió al alfa.

— ¿Te sientes bien? —el hada asintió. —Tengo curiosidad, ¿cómo terminaste en el territorio prohibido? —

— Yo era el esclavo de esos alfas, cuando intentaron arrancarme las alas para venderlas yo me resistí, use un poco de mi magia para cegar sus ojos, duraba poco tiempo. —suspiro y continuo con su relato. —Estaba herido así que no podía correr tan rápido, como ya sabía, la magia termino y ellos fueron más rápidos. —

— Me alegro haber salido a revisar mi territorio, porque pude salvarte. —

—Y tú ¿Por qué estás aquí? Por lo que veo no eres una mala persona. —el alfa carraspeo un poco y hablo.

—Mate al alfa de la manada, quería casarse con mi hermana menor; ella solamente tenía 18 años y tenía su pareja. —San tenía unido su entrecejo y su rostro estaba enojado. —No iba a dejar que la casaran a la fuerza con un viejo de 40 años, me opuse y se armo una pelea entre nosotros, mordí su cuello y murió desangrado. —

— ¿Esa cicatriz, se la hizo en esa pelea? ­­— El pálido sonrió, el ojiazul era muy curioso.

— Si, fui exiliado de la manada, pero mi corazón está tranquilo, supe que mi hermana esta con el hombre que ama y además tienen dos hijos. — los ojos del pelinegro estaban acuosos. —Ojala algún día los conozca. — sonrió nostálgico.

Woo se acerco y abrazo al hombre con sus pequeños brazos en modo de apoyo, el otro correspondió.

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Los días pasaron y las heridas del hada fueron curándose poco a poco gracias a los cuidados del alfa, la herida de su pecho ya estaba mejorando por suerte no era tan profunda. Wooyoung que pensaba que los lobos eran los peores enemigos de las hadas ahora estaba dudando y creyendo que no todos son iguales, claro ejemplo era San, ese lobo amable, simpático, con sonrisa dulce, cada vez que lloraba este lo consolaba o hacia bromas y se lo agradecía mucho, le debía la vida.

También había hecho un amigo, era un alfa mayor que vivía cerca de ellos, el señor Park era muy amable, era la única persona confiable de aquel lugar.

Entre San y Wooyoung cada día crecía la conexión, los dos se sentían bien estando juntos, se divertían yendo al bosque a conseguir los frutos rojos que tanto le gustaban al más pequeño.

Un día estaban sentados bajo un gran árbol, disfrutando del aire, el alfa vio al hada que estaba con los ojos cerrados, no supo en qué momento beso los labios ajenos, solo sabía que se sentía bien y su corazón estaba cálido. Wooyoung correspondió al beso, tomando el rostro del alfa en sus pequeñas manitos, esos delgados labios eran cálidos y tener al pálido tan cerca se sentía tan bien y a la vez protegido. Los dos se separaron lentamente sonriendo avergonzados.

— Creo que rompimos las reglas. —

—Si hablas de esa tonta regla de que un Hada y un Lobo no pueden estar juntos y que cada especie tiene que emparejarse con una de las mismas, esa regla esta demás. —la pequeña rabieta que hacia Woo le divertía mucho al mayor. —Amor es amor. —

Los dos chicos empezaron una relación, no dejaban que ese amor se apagara al contrario cada día crecía mas.

Pero no siempre todo es color de rosa.

Un día San había salido a conseguir las fresas para su hadita ya que este no pudo ir debido a que le dolía un poco la cabeza así que se quedo descansando. El pequeño estaba acostado en su cama no sabía por cuánto tiempo había estado dormido pero el fuerte ruido de la puerta hizo que todo rastro de sueño se esfumara.

Fuertes gruñidos se escuchaban en la sala, tuvo un mal presentimiento, el terror invadió todo su cuerpo cuando vio a San en su forma de lobo, su pelaje blanco estaba lleno de sangre, vio como este volvió a su forma humana. Tomo una sabana y corrió lo más rápido que pudo y cubrió el cuerpo del alfa.

— Wooyoung...t-tienes...que salir de aquí. —hablo entrecortado. —Ellos vienen por ti, yo haré tiempo para que puedas irte, regresa con tu familia. —San se levanto como pudo y pero antes beso los labios del pequeño para luego dirigirse a su armario y ponerse ropa.

El pelimorado seguía sentado en el suelo, todavía estaba en shock, su mente decía que eso no podía ser verdad y todo lo que estaba pasando era un sueño.

Eso quería creer él pero todo era real.

— Tomá esta bolsa, ahí está lo necesario. Vamos cariño, tengo que sacarte de aquí. —tomo el brazo del hada y lo levanto, también puso un gorro de lana ya que el clima estaba helado.

Pero al salir se encontraron con dos lobos negros de gran tamaño, habían llegado demasiado rápido, el terror y la furia invadía a San, él no dejaría que lastimaran a su persona especial.

— Esta tonta hada me hizo perder dinero, me fue difícil encontrarlo pero lo logre. —se escucho una voz detrás de ellos. —Además de que me arrebataste al hada, tienes una relación con él. Que bajo has caído Choi, traicionaste a tu especie. — El hombre rodeo los dos cuerpos y se posiciono frente a ellos.

—Aléjate de él. — San gruño fuerte a la vez que sacaba sus colmillos.

— Eras uno de las alfas más temidos de aquí, pero este chico hizo que bajaras tu guardia. Lo siento por ti, pero me lo tengo que llevar, él me pertenece. — el cazador también gruño y saco sus colmillos.

En un abrir y cerrar de ojos se habían transformado, el lobo blanco de San estaba en guardia, el lobo negro ataco de primero y la lucha empezó. Los otros hombres empezaron a seguir al hada este entro a la cabaña y saco unas dagas que San tenia guardadas en un cajón.

Los pasos se escuchaban en el viejo piso de madera, el menor se mantenía escondido detrás del sofá, cuando vio que uno de los cazadores estaba demasiado cerca, salto hacia su espalda e inserto la daga en el cuello, el hombre aún logró tirar hacia la pared el pequeño cuerpo de Wooyoung. El hada sonrió cuando vio caer el cuerpo sin vida en el suelo, pero olvido que faltaba uno. Su cabello fue jalado con fuerza y su vista se topo con el alfa faltante, su cuerpo se estremeció cuando escucho el aullido de San.

— A dónde vas, tonta hada, tu amado ya debe de estar muerto en este momento. —rio con burla.

— ¡NO! ¡SAN! Suéltame. — como pudo mordió el brazo de su enemigo y salió corriendo.

El hombre se convirtió en lobo y se abalanzo hacia él, pensó que era su fin cerró los ojos y cayó al suelo, pero el ataque nunca llego. Abrió sus ojos y vio a San, las mordida la había recibido el alfa en uno de sus costados. Vio como el lobo negro iba a morder el cuello de su alfa. Reunió toda su fuerza y se paro para luego insertar la daga en el ojo del enemigo, eso hizo que San sacara ventaja y terminara de matarlo.

El pelinegro volvió a su forma humana, estaba demasiado herido, su pierna, costilla y cuello estaban graves. Como pudo entro a la cabaña junto a Woo y se vistió rápidamente.

— Sannie, debo curarte. Siéntate usare mi magia en ti. — tomo el brazo del pálido y lo arrastro a la cama. De sus manos salió una luz dorada, puso estas en el cuerpo de su amado, el alfa está realmente débil.

Pero algo no permito que la curación terminara, San vio en cámara lenta el cómo Wooyoung tenía insertada las garras del lobo negro en su pecho y este caía al suelo escupiendo sangre de su boca.

— ¡WOOYOUNG! —escucho como el lobo negro se burlaba de él. — Yo te mate ¡Deberías estar muerto! — lloraba desconsolado, sus ojos se volvieron rojos y sus colmillos salieron nuevamente.

Pero ya no tenía fuerza, había perdido mucha sangre, su cuerpo se debilitó y cayó al suelo junto a su adorada hada. Se sentó como pudo cargando el cuerpecito débil, abrazándolo y dejando caricias en aquel sedoso cabello morado. Su rostro estaba lleno de lágrimas, su corazón dolía demasiado.

—Resiste, cariño. No me dejes. —El alfa buscó la mano de Wooyoung y la entrelazo con la suya.

— ¡Maldito lo pagaras muy caro! — esa voz era conocida ¿El señor Park? El gran lobo se derrumbo en el suelo, con una daga en el pecho. —Llegue demasiado tarde. — susurro con pesar el mayor.

El anciano estaba desconsolado, esos chicos eran demasiado jóvenes todavía les faltaba disfrutar de su amor. Pero a veces el destinó era despiadado. El mayor no se dio cuenta cuando el alfa se paro y llevaba cargado el cuerpo del hada.

— Señor Park, muchas gracias por todo. Iré con mi Woonie a nuestro lugar favorito. —Los ojos de san estaban vacíos, sin luz y sus mejillas llenas de lágrimas.

San a pasos lentos se dirigía hacia el bosque, en busca de aquel gran árbol en donde pasaban la mayor parte de su tiempo, en ese lugar en donde se le declaro a su hadita, en donde este acariciaba su cabello dándole mimos. Con el cuerpo aun en sus manos se sentó, la respiración de Wooyoung se hacía más débil.

— S-sannie...no pude...c-curarte— se escucho la vocecita débil.

— No hables amor, eso no importa ahora, disfrutemos del paisaje. —beso la frente de su pequeño, al instante el alfa empezó a toser y sangre salía de su boca. Con su manga limpio el líquido rojo, sabía que la hora de irse estaba cerca.

La nieve empezó a caer, era la época más esperada para el ojiazul, los copos caían en sus rostros, los dos sonrieron débilmente, San le iba a pedir matrimonio al pelimorado cuando la nieve cayera, pero lamentablemente ya no pudo.

Wooyoung tomo la mano del mayor y la entrelazo. — Siempre juntos. — fueron las últimas palabras del hada dando su último suspiro.

— Siempre juntos. — lagrimas escurrían por las mejillas del pálido. —Te amo. — viendo el cielo nublado, cerro sus ojos y todo se volvió negro.

Esa tarde el señor Park con todo el dolor de su corazón encontró los fríos cuerpos de sus amigos. Cavó un agujero y coloco los dos cuerpos juntos tomados de las manos y al hada le coloco una corona de flores en su cabeza. Termino de enterrarlos y coloco rosas en la tumba, sus cuerpos descansaban en el lugar el cual era su favorito.

"No importa cuando, como o la época en la que reencarnemos."

"Nos encontraremos de nuevo y nos amaremos"

"Nuestras almas se unirán y al fin seremos felices."

"Aunque no recordemos el pasado, nuestra conexión nos guiará"

"Porque tú eres mío"

"Y yo soy tuyo"

"Por siempre."

¿Se volverían a reencontrar?