El sudor condensado empeñaba el cristal de la ventana, un soplo de viento primaveral agitó el tul que cubría la cama, mi voz retumbaba por las enormes habitaciones vacías.
—Tienes que dejarme ir —le dije tratando de ponerme firme y de escapar la extasiante calidez de su cuerpo.
—Sabes que no puedo hacer eso —respondió Seok.
Rodeó mi cintura con un solo brazo y apretó mi piel contra la suya. Seguía completamente desnudo, una gotas de sudor perlaban su rostro y corrían por sus músculos palpitantes.
—Hiciste una promesa, estamos juntos en esto —me susurró.
Contuve la respiración, buscando alejar de mis sentidos el salvaje aroma del sexo que se mezclaba con el perfume de su cuello. Reuní las pocas fuerzas que me quedaban y le di una bofetada en la cara. Su mejilla enrojecida latía al ritmo de su acelerado corazón.
En lugar de alejarlo, el golpe incendió sus instintos. Debí haberlo imaginado. Sus penetrantes ojos recorrieron con perversión mis carnes estrujadas por su fuerza.
Había alcanzado a ponerme una tanga, pero el resto de mi cuerpo seguía desnudo, estremecido y a merced de Seok.
—Sabes que no quieres irte… —pronunció como un hechizo.
—No puedo seguir con esto, después de saber lo que hiciste... —mis ojos se llenaron de lágrimas y sentí las náuseas trepando por mi garganta.
—Lo que hicimos.
—No, yo no sabía en lo que me estabas metiendo...
Seok suspiró y su brazo perdió fuerza.
—No tienes que esconder más tu naturaleza, conmigo puedes ser lo que quieras.
—No quiero ser esto... —dije con un hilo de voz, las palabras salían dolorosamente de mi boca.
Lo empuje y esta vez él no se resistió. Me observó con sus largos ojos tristes y sentí que me desgarraban por dentro.
—Quédate conmigo —me dijo— cuando llegué el momento pagaré por todos mis pecados. Pero ahora, por favor, quédate conmigo… esto es lo único que tiene sentido…
Acorté la distancia entre nuestra piel, lo mire desde abajo con los labios temblando, le aparte un mechón de pelo con una caricia.
Seok cambió mi vida para siempre, con él cumplí todas y cada una de mis fantasías más oscuras y retorcidas, mientras me arrastraba a una vorágine de pasión desenfrenada, locura y crimen.
He descubierto sus terribles secretos, tendría que estar huyendo de esa casa, pero vuelvo a caer en sus irresistibles brazos, para entregarme a la ruleta rusa de sus deseos.
Vielen Dank für das Lesen!
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