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madrugada

11 de Junio
3 AM

Seokjin inhaló y exhaló por la boca, tratando con todas sus fuerzas de contener las arcadas que sentía en la garganta.

—¿Ya terminaste?

Yoongi negó, prácticamente con la cara metida en el inodoro —Te juro —El menor escupió, para después tomar varias bocanadas de aire —Que no vuelvo a tomar.

—Seguro. Te lo recordaré en la siguiente fies-

Yoongi lo interrumpió, sacando los restos de alcohol que quedaban en su sistema.

Seokjin volvió a contener una arcada y miró hacia el lado contrario para evitar vomitar. El baño estaba tan pequeño que hacía que los olores se intensificaran y ni hablar del sonido que hasta eco hacía.

Pero no se podía ir. Temía que le pasara algo a Yoongi en ese estado, así que siguió respirando por la boca y continuó cerrando los ojos cada que el pelimenta jadeaba y gimoteaba del esfuerzo.
Cuando Seokjin dejó de escuchar las arcadas de Yoongi y el sonido de los líquidos chocar, giró a verlo.

Mierda.

El menor había cruzado los brazos en la taza del baño y en consecuencia, estaban llenos de vómito. Pero aún peor, a Yoongi se le ocurrió la magnífica idea de dormir justo ahí, por lo que, como si fuera lo más normal de mundo, recargó su cabeza en sus brazos empapados, llenándose el cabello y la cara del vomito rojo que acaba de sacar de su estómago.

Jin, sin aguantarlo más, corrió al lavabo y vomitó también.
No sabía si era bueno o malo el hecho de no haber comido nada. Estaba vomitando en el lavabo, donde claramente no se debía vomitar, pero por el ardor en su garganta y lo que vio frente a él, se dio cuenta no era más que jugo gástrico, por lo que no debía preocuparse, al menos por ahora.

El mayor enjuagó su boca varias veces y embarró pasta dental en su cepillo de dientes.

Lo llevó a su boca y suspiró al ver a Yoongi roncar y batirse con vomito en el inodoro.

Bufó, y después de abrir las pequeñas ventilas del cuarto -y aún con el cepillo de dientes en la boca- abrió la llave de la regadera. Con el agua helada, por supuesto.

Yoongi seguía dormido con tranquilidad en el inodoro. El mayor, con cuidado movió un poco la cabeza de su mejor amigo, y con ayuda de unos botes que se encontró, le enjuagó ambos brazos como pudo. Yoongi gimió en respuesta y de golpe se recargó en la pared, por fortuna, justo cuando Seokjin había acabado de enjuagar sus brazos.

Cuando se aseguró que Yoongi no se ensuciaría más, terminó de cepillarse los dientes. El pelinegro no lo pensó dos veces, y apenas dejó su cepillo en su lugar, con rapidez fue hasta su mejor amigo y comenzó a retirarle los zapatos y la chaqueta mal puesta que llevaba. Yoongi, en su estado de ebriedad, señaló su cuello entre balbuceos. Jin bufó y se acercó a la zona para quitarle el choker negro que llevaba.

—Quítate el pantalón y la playera, estás lleno de vómito, idiota.

—Perdón.

Seokjin bufó.
Con un perdón el vómito en todos los asientos traseros de su auto no se esfumaría por arte de magia. Ni con un perdón regresaría con el castaño con quien bailaba en la fiesta, al que, por supuesto, tuvo que abandonar para ayudar a su mejor amigo que se estaba deshidratando por haber metido tanto alcohol en su sistema.

—Vamos, Yoongi-yah, ayúdame a ayudarte.

Yoongi hizo un puchero inconscientemente —Quiero dormir hyung.

—Necesitamos quitarte todo el pollo que cenaste del cabello y de la cara. Y ni hablar de ese olor. Así que, quítate la camisa, te ayudaré con tus pantalones.

Yoongi bufó, pero a pesar de estar medio dormido, comenzó a quitar su camisa con lentitud.

Seokjin desabrochaba el pantalón de su mejor amigo y jalaba para retirárselo por completo.

—Te mereces el cielo hyung.

Seokjin soltó una risa nasal —Eso es lo que menos me dicen.

—Te amo.

—Sí, sí, yo también. Ya termina de encuerarte, te estás batiendo más en vómito, idiota.

Yoongi asintió y lanzó su camisa a un rincón del baño. Seokjin cargó a Yoongi como pudo y cuando vio que el menor comenzaba a dormirse de nuevo, lo dejó caer en la bañera llena de agua fría.

Yoongi se reincorporó de golpe, casi sintiendo como su estado de ebriedad desaparecía —¡Hijo de puta!

Seokjin río, ese era el verdadero Yoongi.

—Lo necesitas.

Tomó la regadera de su base y la jaló hasta colocarla sobre Yoongi, mojando su cabello lleno de residuos estomacales y pedazos de comida.
Después bajo por su cara, pecho y espalda.

—Tállate los brazos con mucho jabón. Yo te lavo el cabello.

—Mierda, mierda ¡Está helada!

—En un rato la caliento, has lo que te digo.

Yoongi asintió frenéticamente en lo que Seokjin ya abría la llave para el agua caliente. El menor, con la piel chinita y los ojos cerrados, tomó el jabón y se talló frenéticamente los brazos y el pecho, tratando de ser lo más rápido posible. Seokjin enjabonó su cabello con el shampoo y comenzó a masajear el cuero cabelludo con cuidado.

Yoongi amaba que le tocaran el cabello, y al sentir las manos de su hyung en su cabeza y que el agua cada vez se iba calentando más, decidió tomarse su tiempo en la ducha.

¿No te quieres meter también? —Preguntó, pasando el jabón por sus delgadas piernas, mientras hacía su cabeza hacia atrás, ayudando a Seokjin a retirar el shampoo.

—Estoy bien, Yoongi-sshi. ¿Ya te enjabonaste? —El menor asintió —Ten.

Yoongi tomó la regadera y retiró el jabón de su cuerpo. Pensó seriamente en pedirle a su mejor amigo que le tallase la espalda, pero el cansancio y las ganas de dormir fueron mucho más importantes.

—Iré por ropa, mientras sécate.

—Si hyung.

Seokjin miró al pelimenta con preocupación —¿Prefieres que me quede y te ayude?

Yoongi lo miró —Mejor te esperaré aquí sentado.

Seokjin asintió, y corrió hacia la habitación de Yoongi. No tardó mucho en tomar un cambio de ropa y como bala regresó al baño.

El menor seguía sentado en la tina, peinando hacia atrás sus cabellos húmedos con el rostro adormilado. Apenas lo miró, se puso de pie, y con ayuda de Seokjin, se envolvió alrededor de su toalla negra. Aunque no era necesario, el mayor le secó el cabello al mismo tiempo que Yoongi se ponía sus calzoncillos y sus pantalones para dormir.

Rió cuando Seokjin al terminar le tendió un golpe en la nuca y le pasó su cepillo de dientes.

—Enserio hyung. Mañana me voy a odiar a mí mismo por tomar así. No vuelvo a mezlar tequila y vodka.

—Es que solo a ti se te ocurre hacer eso, Yoongi-sshi. O tomas tequila o tomas vodka. Todos lo saben.

—Se me hizo fácil ¿sí? Mañana no me voy a querer mover.

—Que lastima, porque lo tendrás que hacer. Y ya lávate los dientes, es tarde —. Yoongi asintió, metiendo el cepillo de dientes a su boca con una expresión que le hizo gracia a Seokjin.

El mayor dejó la pequeña habitación para dirigirse a la suya. Aunque a Yoongi se le haya bajado un poco la borrachera, no podía quedarse tranquilo. ¿Y si volvía a vomitar? ¿Y si se ahogaba dormido?
Preocupado, tomó su almohada y su sábana y se las llevó a la habitación del pelimenta, topándose con Yoongi en la puerta.

—¿Dormirás conmigo?

Seokjin asintió —Hazme un espacio. Si necesitas algo o te sientes mal no dudes en despertarme ¿okey?

Yoongi asintió con cara adormilada —Me siento bien hyung, ven.

Ambos se dejaron caer en la cama y se recostaron, uno frente a otro.

Yoongi sonrió —Gracias hyung. Te amo.

—Yo más Yoongi, duerme.

El pelinegro sonrió al ver como Yoongi escondía sus manos entre sus piernas flexionadas. El menor cuando tomaba tendía a ser muy expresivo, lo que no era sobrio.

Seokjin no recordaba la última vez que Yoongi le había dicho que lo amaba, y esa noche lo había escuchado dos veces en menos de una hora.

—Descansa, Yoongi-sshi.

6. Oktober 2020 23:54 0 Bericht Einbetten Follow einer Story
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