lu_roas Lu RoAs

Taehyung ya no sonríe tanto como antes y Jungkook ahora se esconde para llorar. Taekook. Parte única. Drama - Angst.


Fan-Fiction Bands/Sänger Nicht für Kinder unter 13 Jahren.

#taekook #vkook #jungkook #taehyung #bts #Bantang
Kurzgeschichte
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Parte única.

Jungkook siente que su corazón está a punto de explotar.

Namjoon le empuja entonces por el diminuto pasillo tras el escenario mientras las luces del concierto se apagan una a una. La mano del líder se siente pesada y caliente sobre la parte baja de su espalda, forzándolo a avanzar mientras los gritos de las fans se apagaban en la distancia volviéndose rápidamente un murmullo inentendible que, aun así, sabía, gritaba sus nombres en coro.

Una noche más, un concierto menos.

Eso es todo lo que puede pensar mientras sale al pasillo de camerinos, las personas del staff yendo y viniendo mientras llevaban los trajes utilizados o cargaban parte de la utilería que debían empacar para el concierto que darían la próxima semana en una ciudad distinta. Jungkook a veces envidaba a los miembros de su equipo, a quienes no tenían que pararse frente a miles de personas y forzar una sonrisa mientras cantaba canciones que sólo le rompían aún más su ya de por sí, roto corazón.

.- ¡Buen trabajo, chicos! – los felicita el manager cuando los siete entran al camerino principal con sus respiraciones aún agitadas y sus cuerpos sudorosos - ¡Esta noche el concierto ha sido increíble!

El hombre de sonrisa amigable les aplaude con verdadero gusto mientras ellos asienten con cansancio. Namjoon es el primero en hablar para indicar que lo mejor era que se cambiaran y guardaran todo para salir hacia el restaurante que la compañía ha reservado para tener una cena post concierto para todo el equipo, algo que resultaba ya una tradición en ellos.

¿Podría soportar una noche más así? Jungkook sentía que no, sabía que no.

.- Realmente me siento cansado, hyung – le susurra al líder antes que éste se fuese hacia el otro lado de la habitación, donde Yoongi y Jin hablaban sobre lo que deseaban cenar - ¿Y-yo… puedo ir directamente al hotel?

Las cejas de Namjoon se alzan con preocupación mientras le mira con atención, provocando que Jungkook bajase la mirada a la vez que apretaba entre sus dientes sus labios de forma nerviosa. Odiaba que el mayor se quedase viéndolo de esa forma, como si pretendiese leer sus sentimientos a través de las capas y capas de Jungkook ponía de desinterés y orgullo para esconderlos. ¿No podía quedarse simplemente con su excusa del cansancio y dejarlo ir?

.- ¿Estás seguro que…?

.- ¡Si! – alza entonces la voz, cortando cualquier pregunta que el líder pudiese hacerlo y, a la vez, llamando la atención del resto de sus compañeros y personal dentro del lugar – Es decir, realmente quisiera ir a dormir directamente. Ni siquiera tengo hambre, hyung.

Bueno, aquello era una terrible mentira.

Jungkook moría de hambre. Cada vez que terminaba un concierto solía comer como si no lo hubiese hecho por días, además de ello, la ansiedad que llevaba días sobre él sólo le provocaba un deseo nada sano de atragantarse en dulces o ramen; pero no quería que nada de eso pasara por la mente de Namjoon antes de que dijera que estaba bien que se marchara.

.- ¿Todo bien, JK? – es Jin quien termina rompiendo el silencio, mirándolo con preocupación desde su lugar al otro lado de la habitación - ¿Te has lastimado o…?

Namjoon sacude su cabeza, todavía mirándolo escrutadoramente: .- Dice que está muy cansado, hyung. Quiere irse directamente al hotel.

.- Entonces que se vaya a dormir – es Jimin quien responde, sentado en una esquina con sus ojos fijos en la pantalla de su teléfono celular – Lo mejor es que descanse sí no se siente lo suficientemente bien, ¿no?

Jungkook mordisquea su labio inferior mientras escucha las intervenciones de sus mayores, está acostumbrado ya a que todos los demás miembros interviniesen cuando se trata de algo que concernía al maknae. Todos seis se tomaban demasiado enserio la tarea de cuidarlo como si siguiese siendo el Jungkook de 14 años asustado del mundo que conocieron en el 2011.

Quiere sollozar levemente por ese pensamiento, habían pasado tantos años y cosas desde ese entonces y ahora sentía que había vuelto al principio. Jungkook es de nuevo ese chico asustado del mundo, temeroso de ser herido y juzgado duramente; la diferencia está en que ahora trata a toda costa que ninguno de los seis miembros del BTS se diese cuenta.

Nadie necesita saber de tu corazón roto, Jeon Jungkook.

.- Pero es importante que coma antes de irse a la cama – escucha la voz de Hoseok, que se desmaquillaba frente al espejo – Jungkookie necesita alimentarse bien, no queremos que colapses como la última vez y además es importante que esté para compartir con todos…

.- Estará bien – interrumpe por último Taehyung, quien sentado junto a Jimin, no levantó su mirada al hablar – No hará falta en la cena, si quiere irse, que vaya.

Las palabras de Taehyung se sintieron como profundas heridas abriéndose en su piel, pero Jungkook calló y mantuvo la mirada baja, sin querer demostrar nada más que cansancio. Namjoon suspira sin poder contenerlo a su lado y revuelve entonces su cabello con cariño, en una señal de que había tomado una decisión.

.- Ve al hotel, come algo y duerme – indica el líder – Utiliza la van que ya está lista y… - la voz baja de volumen considerablemente, provocando que Jungkook se inclinase hacia el líder, que le miraba con aprecio – Cuando te sientas listo, Jungkookie. Aquí estoy para que hablemos de eso, ¿de acuerdo?

Eso…

Jungkook siente todas sus barreras derrumbarse con esas palabras, sus ojos observando a Namjoon como si fuese un pequeño animal asustado. Las lágrimas le nublaron la visión levemente y el líder le sonrió con pena, atrayéndolo hacia él en un abrazo que pretendió verse como uno normal ante el resto de los presentes en la habitación.

Es sólo cuando escucha que un sollozo muere contra su pecho que Namjoon le jala fuera.

.- Hey, Kookie… - la mano del líder alza su rostro con suavidad, su sonrisa borrándose al notar la mirada vacía del menor y las pocas lágrimas que ensuciaban sus mejillas – Ve a dormir, trata de descansar y… todo estará bien, ¿vale? Créele a hyung.

Jungkook no dice nada, no hay tampoco más lágrimas y el líder sabe que Jungkook no le cree, que ni siquiera intentaría hacerlo y no podía culparlo por ello, no podía pedirle que le tuviera fe a lo que decía cuándo ni él mismo creía en ello. Pero quería tanto que fuera así, quería tanto sanar el dolor que agujereaba al menor, quería tanto que Jungkook le creyese.

Pero él no podía creer en las palabras del mayor, Namjoon había dicho exactamente eso hace dos años y no había sido cierto.

Nada estaba bien, nunca lo estaría de nuevo.

Jungkook enterró su rostro en el pecho de Taehyung, aspirando el aroma tan único del mayor mientras sentía los brazos suaves de su hyung rodearlo con cariño. Las luces de la habitación permanecían apagadas y la puerta cerrada amortiguaba las voces de sus hyungs sentados en la sala del apartamento, ambos habían huido apenas tuvieron la oportunidad a la seguridad de su lugar especial: los brazos del otro.

.- Está todo bien, Kookie… todo estará bien – susurró Taehyung contra su frente, depositando un beso justo después – No quiero que le des más vueltas al tema, Sejin hyung dijo que ya todo estaba resuelto.

Jungkook sollozó contra el pecho del mayor, queriendo tragarse los gritos de frustración. No podía ocultar de Taehyung la manera en que se sentía, todo el miedo que fluía en sus pensamientos mientras pensaba en la reunión que sólo hace unas horas tuvieron con el CEO, sus managers y Namjoon. Las miradas serias y preocupadas, las palabras duras y frías; Jungkook sentía que todo lo asfixiaba un poquito más con cada minuto que pasaba.

.- Mi amor, calma – Taehyung se separó ligeramente de él, bajando la mirada para observar su rostro lloroso y dedicarle una sonrisa cargada de amor – No quiero que llores más, me duele verte llorar, mi amor.

.- C-casi lo arruinamos, Tae… - murmuró con la voz quebrada, tan sólo pensando en cómo pudieron tirar a la basura años de trabajo duro de ambos y de sus otros compañeros – Y-yo casi lo arruinó, es mi c-culpa…

.- No, no, no – la mano fuerte del mayor alzó su rostro sonrojado e hinchado por el llanto, los largos dedos del mayor propiciándole caricias llenas de cariño – No es culpa tuya, de ninguno de los dos; esos periodistas nos siguieron, Jungkookie y no es tu culpa que nos hayan tomado fotografías. Olvídate de eso.

.- P-pero sí no hubiese insistido en esa cita…

.- Entonces lo hubiese hecho yo, mi amor – Taehyung depositó un beso sobre su mejilla derecha – Era nuestro aniversario, cómo no íbamos a celebrarlo.

Jungkook quiso creer en la sonrisa del mayor, por lo que se empujó hacia arriba para acariciar sus labios con los suyos en un beso repleto del amor que sentían. Las manos de Taehyung acariciaron su cintura bajo la tela de su ancha camiseta y provocaron en él un sentimiento de absoluta calma tras una fuerte tormenta.

.- Lo han solucionado, ¿vale? – susurró Taehyung sobre sus labios al separarse – Han hecho un trato con Dispatch, no tienen nada de nosotros y los chicos no lo sabrán; estamos seguros, mi amor. No dejaré que pase nada más, ¿vale? Es una promesa.

Y Jungkook le creyó tal y como le había creído a Namjoon horas atrás. Le creyó porque Kim Taehyung nunca le había roto una promesa.

Las voces de todo el personal animaban el ambiente en el apretujado restaurante de carne que la compañía había rentado. Había cerveza en cada mesa y ésta era acompañada por un coro de risas cada vez que alguna anécdota divertida del día o de conciertos pasados aparecía en las conversaciones. Era el ambiente que había tras cada concierto, uno que hablaba del gran trabajo en equipo y de lo orgullosa que se sentía la compañía de ello.

.- Entonces tropecé con Jimin en el coro – hablaba Hoseok a todo pulmón, sosteniendo en alto un vaso de cerveza – ¿Eras tú el equivocado o fui yo, Jiminnie?

Jimin se encoge de hombros mientras le daba un trago más al vaso en su mano, sus ojos fijos en la pantalla de su celular sobre la mesa: .- Fuiste tú, hyung. ¡Yo estaba en el lugar correcto, pero tú te equivocaste en el tiempo!

Hoseok sigue riendo, hablando de más cosas sobre el concierto, lo que consigue que Yoongi se uniera en la conversación para hacer comentarios sobre lo que debía mejorarse en la siguiente presentación. Jimin evita suspirar, todavía esperando que la pantalla de su celular mostrara una nueva notificación, la notificación de un mensaje en un chat en particular.

.- ¿Pasa algo, Jimin? – la voz del mayor de los miembros le sobresalta levemente, consiguiendo que alzara la mirada hacia él, que al otro lado de la mesa, mantenía una expresión preocupada – Estás muy callado y no dejas de ver tu teléfono.

.- Sólo… estaba esperando a que Jungkook me conteste un mensaje – responde con voz baja, como si de esa forma sólo Jin fuese capaz de escucharlo y no Taehyung, quien estaba sentado justo a su lado y se tensa de inmediato – Él… me tiene algo preocupado.

El rostro de Jin se ensombrece de golpe, como si recordase algo desagradable o incluso, doloroso: .- No ha estado comiendo bien, ¿no es cierto? Él dice que sí, pero lo conozco y sé que me está mintiendo. Namjoon no quiere hacerme caso de que algo está pasándole…

.- No creo que sea grave – interviene Taehyung, toda su postura estaba rígida y su mandíbula tensa mientras hablaba – Seguramente se siente más cansado de lo normal por algún régimen de ejercicio que ha comenzado, sabes como es.

Jimin se muerde la lengua para evitar responderle algo negativo a su mejor amigo, sabe que Taehyung habla desde su propio dolor y por un momento, Jimin quiere tener el poder de creer un mundo en el que no existiera tristeza alguna para Taehyung y Jungkook, un mundo donde sus dos mejores amigos fuesen capaces de mirarse a la cara una vez más sin dolor ni rencor de por medio.

Pero ese mundo no existe y Jimin no tiene ningún poder para crearlo. Así que lo único que puede hacer es estirar su mano bajo la mesa y apretar con cariño el muslo de Taehyung, quien sigue rígido y apretando la mandíbula. Lo único que Jimin puede hacer es mirar el teléfono cuando la pantalla se enciende y le muestra que ha recibido el mensaje que tanto esperaba.


Jeon Jungkookie.

Todo está bien, Jimin. 2:31 a.m.

Ya estoy en la cama. 2:31 a.m.

Por favor, asegúrate de que él se alimente bien. 2:33 a.m.


No responde porque sabe que el menor no espera respuesta, lo que le ha dicho es sólo para tratar de calmarlo y que no acuda a su habitación a penas lleguen al hotel. Jimin le concede el beneficio de la duda, queriendo creer que efectivamente Jungkook está en cama listo para dormir y no viendo vídeos en los que Taehyung sonríe o hace bromas que hace mucho tiempo desaparecieron de las charlas de BTS.

Sus ojos se desvían inconscientemente a su mejor amigo, quien ha vuelto a comer en silencio, sus ojos fijos en el plato de pasta de frijol negro que pidió esa noche. Taehyung luce mucho más pálido del que es su tono normal de piel, se encuentra mucho más delgado y su cabello se enreda levemente en las puntas porque lo ha dejado crecer más de lo común.

¿Las fans ven lo que Jimin ve? ¿Los hyungs son capaces de notar lo que él ha notado?

Taehyung ha dejado de comer muchas de las cosas que antes disfrutaba, ha dejado de hacer bromas y comentarios estúpidos por cualquier cosa, midiéndose considerablemente en cualquier aparición pública que tuviesen e incluso, en la intimidad de ellos como grupo. Su mejor amigo ha dejado de sonreír con verdadera alegría, convirtiendo ahora sus sonrisas en gestos tensos o falsos que a Jimin le provocan malestar.

Siempre ha sabido que Taehyung guardaba sus problemas para sí mismo y primero se podía acabar el mundo antes de que buscase ayuda por su cuenta, cada uno de los miembros de BTS había luchado contra esa barrera de Taehyung durante los primeros años, ganándose su confianza y demostrándole que podía sostenerse en ellos cuando lo necesitase. Jimin, más que ninguno, había estado para su mejor amigo ante cualquier adversidad, tal y como Taehyung había estado junto a él.

Pero entonces, ¿por qué se hacía cada día más difícil acceder al corazón que se escondía tras gruesas capas de sonrisas falsas y comportamientos automatizados? Taehyung se había empeñado en convertirse en el hombre maduro del que ya nadie podía hacer bromas, el hombre culto al que nadie podía decirle que tenía una personalidad extraña y que hablaba forzándose cada vez más a parecer algo que no era.

Taehyung era un actor magistral y Jimin temía que había terminado por creerse el personaje que había creado para mantener a las fans y la compañía contentas. Un personaje carente de sonrisas, de trivialidades y demasiado orgulloso como para mostrarse herido ante las cosas. Un hombre capaz de sacrificar su felicidad más genuina sin que nadie le detenga.

¿Por qué nadie hace nada? ¿Por qué yo no hago nada?

.- Creo que es necesario que tengamos una conversación seria con Jungkook – Jin vuelve a distraerlo de sus pensamientos, el mayor ha dejado a un lado su plato para apoyar su mejilla en la palma de su mano, su mirada divagando – Estoy seguro de que no es algo de ejercicio o lo habríamos notado, Jungkook siempre anda presumiendo sus rutinas. Algo anda mal.

Taehyung no dice nada de inmediato, esperando que Jimin haga algo más que apretar su muslo en una inútil muestra de apoyo y desvíe la conversación hacia otro tema que no sea Jungkook. Pero su mejor amigo de pronto se encuentra hablando con Seokjin de cómo pueden animar al maknae de lo que sea que le pase y Taehyung tan sólo quiere mandar la mano de Jimin lejos de su cuerpo.

Quiere gritarles que se callen y que dejen de recordarle a Jungkook.

Ya tiene suficiente con la voz en su cabeza que no deja de repetirle que los ojos del menor lucen cada vez más hinchados, que cada vez se equivoca más en los ensayos y ha llegado al punto de lastimarse; Taehyung quiere dejar de sentirse culpable además de miserable. Sintiéndose cada vez más adolorido como para pararse en un escenario y sonreír a esos miles de personas que sólo esperan de él felicidad.

En vez de feliz, cada vez está más cansado. Tan cansado de existir.

.- ¿Tú sabes algo sobre lo que pueda estarle pasando, Tae? – la pregunta la dirige Jin, pero es a Jimin a quien mira, quien desvía sus ojos hacia otro lado – Eres uno de sus amigos más cercanos y a lo mejor a ti te ha dicho algo que a nosotros, como sus hyungs, no.

Taehyung se ve tentado a decirle que entre él y el maknae no hay una amistad más allá de las cámaras, ¿acaso su hyung no se ha dado cuenta? Jungkook y él se evitan cada vez que las luces de grabación se apagan, yéndose cada uno por su lado para no tener que verse frente a frente o tener que cruzar palabras. No se miran, no se hablan, no se tocan, no existen para el otro a menos de que haya un director y un equipo técnico de por medio.

Entonces, sus sonrisas eran brillantes, sus ojos no se despegaban del otro y eran incluso capaces de juntar sus cuerpos hasta quedarse sin espacio, abrazos, caricias en las manos o incluso besos superficiales en la piel. Las cámaras captaban todo con magistral precisión y las fans luego podían desmenuzar segundo a segundo de ellas, viendo lo que ellos no se permitían mostrar ni siquiera a sí mismos.

Taehyung revivía cada transmisión cuando no había nadie cerca, sus ojos fijos en la figura esculpida de Jungkook, en su rostro de finos rasgos y en su sonrisa infantil. Sentía su pecho vibrar cuando escuchaba su risa o las ocurrencias que en un pasado él habría seguido, toda su piel erizándose con sólo el recuerdo al ver los momentos en que se rozaban con disimulo.

Todo estaba ahí, bajo el lente porque una vez se apagaba, ellos huían.

.- No me ha dicho nada – le responde luego de un rato de silencio al mayor, que no luce muy satisfecho con su respuesta – No debe ser nada, hyung, creo que estás exagerando la situación. Él sólo dijo que estaba cansado, no es del otro mundo.

Seokjin sacude su cabeza: .- Pero…

.- No es el único en el mundo, hyung – le detiene, un impulso de molestia atravesando todo su sistema de sólo pensar que Jin va a defender al menor de alguna manera - ¿Acaso sólo Jungkook puede pasarlo mal?

Seokjin guarda silencio de golpe debido a la sorpresa y Taehyung cierra los ojos, esperanzado de que nadie más haya escuchado como le ha faltado el respeto al mayor de los miembros. No ha debido contestarle de esa forma, Jin no tiene la culpa, ninguno la tiene. Taehyung ha trabajado en que nadie supiese, agradeciendo que Jungkook aceptase su silencio sin discutir.

Nadie además de Jimin y Namjoon sabe siquiera la mitad de la historia, a lo mejor ni un trozo de ella y lo mejor, para ambos, es que nadie lo sepa nunca.

.- Lo siento, hyung – es lo que dice al fin, Jin todavía mirándole sorprendido mientras Jimin ahora tiene todo su rostro girado al lado contrario – Me exalté más de lo que debía.

.- No entiendo… - Jin no suele ser un hyung que se enfade con facilidad, por lo que su expresión es más de confusión que de molestia - ¿Por qué te molesta que pregunte sobre lo que puede estar pasándole a Jungkookie? Es nuestro menor y debemos cuidarlo.

Taehyung lloriquea en su interior, pero en el exterior sólo es capaz de repasar sus labios antes de hablar: .- Es que Jungkook es muy sensible cuando comenzamos a hostigarlo, lo sabes. No creo que le pase algo realmente, tan sólo no quiero que termine sintiéndose mal porque nosotros no le demos un espacio para él mismo.

Mentiroso, eso es lo que dicen los ojos de Jimin y lo que grita la voz en su cabeza. Sabe que Jungkook sufre tanto como él, pero se permite ser egoísta con ese dolor, quiere ser egoísta con aquello que todavía le ata a Jeon Jungkook. Sí Jungkook todavía sentía dolor, entonces Taehyung sabría que todavía se pertenecían incluso en la insalvable distancia.

Entonces él no sufriría solo… entonces él no sería el único que desearía tirarse a llorar en medio de una canción cargada de recuerdos y no sería el único al que su sueño le asfixia a cada segundo del día. Era más fácil cargar con el dolor cuando lo compartían, así como había sido tan fácil amarse cuando se tomaban de las manos o se acurrucaban bajo las sábanas.

Taehyung se ve tentado a desear el poder regresar en el tiempo, el poder arreglar algo, pero lo cierto es que sabe que sería un deseo en vano, no sólo porque han pasado dos años, sino porque el daño hecho es irreparable. Tanto en él como en Jungkook.

Y es mejor así, tomaste la decisión correcta, Taehyung. No dudes de ello.

Taehyung azota la puerta sin preocuparse que alguien diga algo, sabe que sus hyungs se encuentran aún en la compañía y que sólo están él y Jungkook en casa, ambos podían acabar con el mundo en ese momento y no les importaría nada, no les importaría porque lo único en lo que podrían pensar es que estaban destruyéndose el uno al otro.

.- No hagas esto, Tae – sollozó Jungkook, apoyándose contra la pared por miedo a dar un paso y caer debido al temblor de su cuerpo - ¡No me hagas esto!

El llanto del menor se clava en su pecho con profundo dolor, le provoca ganas de arrancarse la piel como castigo por estar lastimando a la única persona que le queda y que ama. Pero ya no puede echarse para atrás con la decisión que tanto ha meditado y le ha costado tomar. Taehyung tan sólo está tratando de protegerlos.

.- Es lo mejor – respondió con la voz firme, sorprendiéndose a sí mismo de poder controlar lo roto que se siente en ese mismo instante - ¡Tienes que entenderlo!

El llanto de Jungkook se agudizó a la vez que el menor resbalaba por la pared, arrodillándose en el suelo con sus enormes y brillantes ojos mirándole: .- D-dijiste que íbamos a estar bien… dijiste q-que éramos los dos contra el mundo, q-que podríamos…

.- No hagas esto, no te hagas esto – murmuró con rabia Taehyung, tomándolo de los brazos para levantarlo – No te arrodilles, no supliques, no te mereces esto… lo hago para que encuentres alguien mejor.

Jungkook le manoteó, cayendo de nuevo al suelo: .- ¿Q-quién hay mejor que tú? Te he amado desde que tengo 15 años… c-cómo… c-cómo podría haber alguien mejor.

Las lágrimas resbalaron por sus mejillas mientras se negaba a ver a Jungkook en el suelo, mirándole con súplica: .- ¡Es que no puedo, Jungkook! No puedo seguir con esto.

.- ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué me estás dejando?! – el gritó del menor resonó en toda la habitación, tan desgarrador como el llanto de los dos.

Taehyung cerró los ojos, sentándose en el borde de la cama mientras escondía el rostro entre sus manos, sentía que todo el peso del mundo caía sobre sus hombros mientras escuchaba el llanto del amor de su vida, podía imaginar a Jungkook sentado en el suelo, esperando por él y porque tomase el valor para seguir a su lado.

Pero Taehyung ya no podía hacerlo, estaba exhausto de amarlo.

Jungkook era el regalo más bello que la vida puso en su camino y Taehyung había tratado de amarlo como el menor se lo merecía cada día que tuvo a su lado. Llevaba meses memorizando cada parte del cuerpo de su dulce Jungkookie, había grabado en su retina todos los detalles que nadie conocía de él e incluso se atrevió a escribir cada recuerdo o hecho importante para no correr el riesgo de olvidar.

Porque Taehyung podía renunciar a él, pero no olvidarlo.

Renunciaba porque ya no podía seguir negando la verdad de cómo lo que había pasado con su abuela le había hecho tanto daño. La mujer que más había amado en la vida se había decepcionado de la elección de su corazón y aunque nunca dijo que no, Taehyung vio en su gesto el hecho de que la había herido, de que no era lo que ella esperaba.

Ella se había ido pensando en que amaba a alguien equivocado y Taehyung no podía más con la culpa.

Renunciaba porque amar era agotador, porque estaba cansado de ocultar de sus hyungs la verdad y de tener que abstenerse de ser cariñoso con el menor porque ponía todo en peligro. Su sueño corría peligro. Ya le había fallado una vez, no quería que ella se sintiese aún más decepcionada de él, estuviese donde estuviese. Ella había creído en su sueño, en su talento y Taehyung no podía soportar la idea de que ella hubiese perdido la fe en él en algún momento.

.- M-mi abuela… - dijo con esfuerzo, esperando que Jungkook comprendiera - Mi abuela nunca me hubiese perdonado que tirase mi sueño a la basura.

.- No te estoy pidiendo eso…

La voz de Jungkook fue igual un susurro, pero consiguió que alzara la mirada, Jungkook no se había levantado y aún lloraba: .- Lo haces y lo sabes. Sabes que si seguimos juntos vamos arriesgarlo todo, que en algún momento tendremos que hacernos a un lado, elegir una mujer, casarnos y tener hijos…

Jungkook sacudió su cabeza, rompiéndose en llanto de nuevo: .- N-no… D-dijiste que lucharíamos, q-que nunca nos separaríamos. ¡¿Por qué… me dices eso?!

.- ¡Porque es lo que esperan de nosotros! – gritó, lanzándose al suelo hacia Jungkook, sus manos tomándolo por los brazos para que le mirara - Deja de vivir en fantasías, Jungkook. Es mejor hacerlo ahora antes de que sea demasiado tarde.

Sus ojos estaban hinchados y rojos, su voz hecha un murmullo: .- ¿Demasiado tarde?

.- Si, antes de que no pueda dejarte – susurro, apoyando su frente contra la de Jungkook, respirando por última vez su aroma tan dulce como excitante - Antes que el amor que sienta por ti me consuma y me haga morir sin ti.

La mano de Jungkook se cerró en su camisa, apretando la tela en un puño: .- Yo me siento así ahora, ¿no te sentías igual? Dijiste que me amabas… que no podías concebir el mundo sin mí. ¿Mentías, Taehyung? ¡¿Me mentías?!

Taehyung sintió su corazón romperse en ese instante, negando en silencio mientras apresaba a Jungkook en un abrazo y asaltaba sus labios por última vez. Las lágrimas hicieron salado el desesperado beso y los sollozos siguieron escapando de los dos.

.- Te amo, Jungkook – fue lo que dijo sobre sus labios al separarse - Pero ya he dejado ir a mi abuela sintiéndose decepcionada de mí, no puedo… no puedo seguir viviendo así.

.- No, hyung – suplicó de nuevo el menor y Taehyung cerró los ojos, odiaba la idea de Jungkook rogando – No me dejes, no me hagas esto…

.- Asegúrate de comer y dormir bien – susurró contra su piel, apretándolo tan fuerte como si de esa forma Jungkook se fundiera con él – Asegúrate de cuidar tu salud…

.- No, Tae… no…

.- Serás muy feliz, Jungkookie. Encontrarás un día a alguien que te amará tanto como tu amas - sollozó, la idea de verle amar alguien más era la última puñalada para su propio corazón – Voy a cumplir mi promesa de amarte toda la vida, pero, mi amor… lo siento por no poder hacerlo tomando tu mano.

El pasillo permanecía en silencio mientras Taehyung lo atravesaba hacia su habitación, sentía todo el peso del cansancio sobre sus hombros mientras trataba de decidir sí iría directamente a dormir o tomaría primero una ducha. Había salido antes de la cena con los miembros del equipo porque no había soportado ni un segundo más la mirada de Jimin atravesándolo.

Era su mejor amigo, quien le había abrazado incontables noches de llanto y quien tampoco se había cortado de decirle que “eres mi mejor amigo y te amo, te apoyaré en lo que necesites, pero nunca voy a dejar de decirte lo que haces mal, Taehyung. Menos sí le estás haciendo daño a otra persona. Menos sí esa persona es Jungkookie.”

Pero Taehyung no podía hacer nada.

El tiempo se había encargado de hacer su trabajo y poco a poco Jungkook y él fueron capaces de estar en una misma habitación sin sentir deseos de llorar o de lanzarse sobre el otro. Habían ocultado muy bien todo de los mayores y habían cuidado la imagen de una relación estrecha ante los ojos de sus fans. Habían sobrevivido, soldados profundamente heridos que aún respiraban.

Sin embargo, sabía que esos días eran más difíciles que los demás.

Eran los días en los que los ojos de Jungkook se vaciaban de emociones, los días en los que él mismo pensaba que la única salida no era otra que desaparecer. Los días en los que se hacía más fresco el recuerdo de su ruptura, recuerdos que dolían mientras la fecha roja en el calendario se acercaba. Porque habían pasado dos años ya y seguía doliendo como el primer minuto en que le soltó.

Se detuvo frente a la puerta de su habitación, apoyando su frente contra la madera por un instante, conteniéndose de darse la vuelta y tocar la puerta de la habitación justo frente a la suya, conteniéndose de pensar en que Jungkook está a sólo unos metros, su cuerpo escondido entre las sábanas de la habitación y su latiendo demasiado lejos de él.

.- Linda noche, mi amor… - es lo que susurra al silencio antes de enderezarse y animarse a abrir su puerta, ya ni siquiera tiene fuerzas de pensar en tomar un baño.

Sin embargo, el sonido de otra puerta abriéndose le corta la respiración.

Taehyung sostuvo la mano sobre el pomo de su puerta mientras giraba sobre sus propios pies, reconociendo la figura de Jungkook en el marco de la habitación del frente, su esculpido y hermoso cuerpo cubierto sólo por unos shorts y una camiseta ancha. Taehyung delinea con sus ojos la piel expuesta, igual a la que permanece en sus recuerdos.

Jungkook aguanta la respiración brevemente, los ojos del mayor permanecen fijos en los suyos en lo que se siente una eternidad. Taehyung tenía el cabello desordenado y la amplia camisa le colgaba a la altura del hombro derecho, dejando ver su clavícula afilada. La puerta de su habitación permanece semi abierta.

.- ¿Trajiste a alguien esta noche? – se atreve a preguntar en susurro, sabiendo que la respuesta puede herirle, pero necesitándola igualmente.

.- Eso no te importa – es todo lo que suelta Taehyung, hosco como casi siempre.

.- Lo hace… - susurra, queriendo tragarse las lágrimas que pronto nublan su vista y organizando sus pensamientos para simplemente no lanzarse a sus pies llorando tan sólo de recordar cómo ha visto a Taehyung entrar mujeres en su habitación - Duermo justo frente a tu habitación, no quiero… no quiero escuchar lo de la última vez.

Taehyung quiere gruñir de dolor porque no quiere decirle la impotencia que siente de no poder siquiera sentir real placer con nadie más; odia esa conversación, odia estar ahí de pie y sólo quiere esconderse en la habitación para lamer sus heridas, las que él mismo se ha hecho y que también ha infligido a Jungkook.

.- Entonces utiliza tapones para los oídos, Jungkook.

El silencio los envuelve entonces, sus últimas palabras han sido crueles y era precisamente lo que buscaba, sin embargo, la lágrima que cae por la mejilla de su menor le provoca ganas de golpear su cabeza contra la pared porque, incluso dos años después, todavía lo hace llorar.

.- Jungkook, yo…

.- Hyung… he publicado un nuevo cover – Jungkook le interrumpe, ha bajado la mirada mientras sus dedos juegan con el dobladillo de su camiseta - Espero puedas escucharlo.

Taehyung cierra los ojos por unos segundos, como cada vez que Jungkook mencionaba que había subido alguna canción pensando en él y hacia que corriera a una habitación vacía para gritar luego de escuchar la dulce voz del menor. Taehyung ha amado siempre su voz, sobre todo cuando cantaba para él. Es tan difícil el escucharlo cada día de su vida debido a que están obligados a estar juntos.

Piensa inevitablemente en la canción que él mismo había escrito con Jungkook tatuado en la piel y que está por publicar. Al menos por una vez, quiere darle al menor un trozo del amor que todavía alberga dentro y que parece que va a consumirlo con cada día que pasa sin él.

.- Lo haré, Jungkook – dice al fin.

.- De acuerdo… - Taehyung no ve su sonrisa y Jungkook no alza la mirada para ver como el mayor se apoya contra el marco porque le tiemblan las piernas - Buena noche, hyung.

.- Buena noche, Jungkookie.

Es la primera vez que le dice así desde hace dos años.

Cada uno entra entonces a la habitación que le corresponde, tratando de olvidarse de la presencia al otro lado del pasillo, del cuerpo que tan bien conocen y de la respiración que muchas veces robaron con besos o caricias. Ambos tratan de compadecerse de sus corazones, de aferrarse a la tristeza que el otro refleja para confirmar que, a pesar de la distancia insalvable, todavía se aman.

Jungkook no se molesta en evitar el llanto, solloza contra la almohada con cada fibra de su ser llena de dolor. Se deja llevar al sueño con su llanto como canción de fondo, solo en una habitación oscura y sintiendo sobre su piel el fantasma del amor que un día creyó, le acompañaría el resto de su vida.

Taehyung, en cambio, cierra los ojos, tragándose las lágrimas que sabía, serían derramadas en vano. Jungkook y él no tienen salvación. Aún estaba luchando por su carrera, incluso podía decir que, por su vida, inseguro de cada paso que daba hacia adelante. Inseguro de sí debía seguir viviendo de esa forma, de sí su abuela seguía decepcionada de él.

Dolía, ni siquiera el tiempo borraba ese dolor y a veces deseaba tener el poder de devolver el tiempo. A veces deseaba no haber tomado esa decisión, pero se consolaba en noches como esas, con la seguridad de que amaría a Jungkook hasta que el último minuto de su vida y así, a lo mejor en otra vida podrían encontrarse y tener una oportunidad.

A lo mejor…

Esos eran sólo deseos. Sabía que, en ésta vida, entre el menor y él ya no habría más que silencios incómodos, grabaciones que capturaban sus sentimientos contenidos, recuerdos dolorosos y palabras de amor que sabían a sal.

Lo siento, mi amor.

2. Oktober 2020 19:14 2 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Das Ende

Über den Autor

Lu RoAs Escribo para vivir.

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