1566617928 Francisco Rivera

Cuando las parejas de adolescentes muestran sus sentimientos de amor y fidelidad entre sí, otros secretos suelen reservarse pero, con mayor extrañeza, cuando se comparten encubiertos ante la vista y el entendimiento de los demás, sí que invoca el misterio...


#16 in Jugendliteratur Nur für über 18-Jährige.

#misterio #parejas #adolescentes
Kurzgeschichte
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Diario querido...

Capítulo único

1925


Al atento lector y a la amable lectora:


Se presenta esta historia en un capítulo al abordar las reflexiones de un escritor de Diarios ante su circunstancia de hacer avance de un esfuerzo editorial en problemas financieros.

A través del manejo de una leyenda urbana donde una pareja de amantes adolescentes es el centro de sus reflexiones acerca de su extraña relación sentimental, se deja abierta una veta de comportamientos inusuales que son el asunto que se pasa a describir en tono intimista y coloquial.

El contexto se ambienta en esos años y lugares, a fin de exponer, hasta donde es posible, un escenario atrapado dentro del paso del tiempo desde la lectura actual de públicos de edades juveniles en adelante.


Por otra parte, se incluye después del fin del relato un breve glosario de términos a fin de que el lector encuentre relaciones determinadas dentro del sentido y significado del contexto, personajes y psicología de los mismos.

Esperamos que lo disfruten.

Y, si es posible también nos hagan llegar sus opiniones, comentarios y observaciones, siempre importantes para el creador de esta historia.


De la misma manera, queda abierto el puente de comunicación para ampliar la información a quienes interese lo descrito.

Por su atención: ¡Gracias!



Apuntes del Diario Querido 1:


—Ahora paso a comentar, durante el lapso de tiempo en que me tome invadir esta hoja, los acontecimientos de registro en el año que arriba refiero con respecto a la indisoluble relación que existió entre Ernst Coptry y Marianne Kölher-Binder, personajes que entreveran sus vidas juveniles con la otrora sedentaria existencia de la Sociedad Mindense.

Esto acaece, precisamente, durante los últimos días del mes de octubre del año 1925 y me atengo al manejo estricto de ciertos datos: ¡Que conste! ¿Eh? Aportados por Rammhel Verlag, quien por entonces no es ya, el cronista de nuestros días citadinos.


De eso no hago resta menor de interés a su reconocida labor como prologuista de la segunda edición de: Vida y Secretos de Ernst y Marianne (En el Cortejo y los Supuestos. España, Post Ediciones Mayo. 1930), dada su contribución a nuestra insuperable expectativa de cobertura de públicos no locales que registramos el año anterior bajo nuestra ingente propuesta editorial.

Como bien sabes, el interés que suscita de lectores extranjeros por la pareja juvenil otorga un discreto tono pastel al trasunto amoroso que alienta la investigación que emprendemos de ambos, desde el inicio de la década de los años veinte, y que sólo, hasta ahora, podemos acceder a su publicación y difusión.


La inferencia del Sr. Verlag sobre tal vínculo amatorio despierta un fervor nacionalista en nuestros coterráneos, quienes aún no se comparan en números crecientes, por ejemplo, con la multiplicada demanda de curiosos turistas extranjeros que año con año solicitan mayores y nuevos datos sobre la extraña pareja de la región de Westfalia-Renania.

Aún resulta inexplicable la manera en que se entrevera tal historia sentimental con ese grado de ternura insospechada, como tampoco su relación interpersonal que nos acerca de pronto a la cresta de una ola de demanda creciente superior de más y más ejemplares disponibles.


Como bien sabes, deriva ésta de lo más granado de las corrientes turísticas que se dan cita a las puertas de nuestra casa editorial y desde el invierno anterior nos aprestan y demandan con efusión para adelantar las últimas indagaciones sobre tales amantes.

Y, siendo de tu conocimiento crítico, paseantes canadienses y circunspectos japoneses, establecen una serie de interrogantes sobre el porqué de las citas amorosas de la pareja Coptry /Köhler-Binder.


Me resulta inverosímil la manera en que los alemanes, por inveterada parte, aproximan su fe hacia un desborde de riada de afecto sobre el Prólogo de Her Verlag (especialmente el que prepara para la reedición de 1928) cuando otros visitantes, por ejemplo, italianos y franceses, se disputan a puño limpio los escasos mil quinientos ejemplares en rústica, puestos en venta con toda temeridad de nuestra parte.

Ante esa sorpresa granular se adicionan, por supuesto, las demandas incuestionables del público lector noruego, quienes nos solicitan con extrema curiosidad los 250,000 ejemplares con qué iniciar nuestra introducción para ese mercado nórdico.


Por más esfuerzos realizados de mi parte, como a ti te consta, sostenidos ante el Sr. Larsen, ese apacible provinciano de Buskerud, con el que mi desacuerdo es aún, proporcionalmente inverso a su obstinación, en cuanto a sustituir homonimias por sinonimias de ambas lenguas, me tiene elevando desde anteriores semanas, cientos de oraciones... ¡En espera de que Dios, el mismo Alá y el sacrosanto Buda, se acuerden de mis tribulaciones comerciales para resolver esta demanda inesperada!

En este momento, cuando el mundo continúa corriendo, esta historia se ensancha, ya no, de vez en vez, sino más bien, de unas horas a otras.


Precisando esto, me parece conveniente el confesar una explicación exhaustiva que se atiene a la influencia que queda de ese suceso de lo inmediato; es decir, amigo mío, que cuanto más se alarga este asunto, más se torna historia vernácula o propia de las personas de que se trata.

En esta lógica absurda, al mismo tiempo que permite transitar en una rara experiencia expansiva, de pronto me veo recorrer toda una vasta gama de pensamiento extravagante o excesivamente original con respecto a una relación de pareja, por lo demás, harto común y corriente: ¡Que conste, así lo veo yo!


Pero que nos genera grandes ingresos económicos, lo cual apuntala nuestra empresa editorial hasta casi constituir nuestro principal activo fijo.

En estas apreciaciones cuantitativas me asaltan vicisitudes o sucesos alternativos prósperos de carácter cualitativo: ¿Logramos responder a la demanda creciente, que por el momento nos desborda inesperadamente?


Por otra parte, tal circunstancia abisma y nos hunde en una no bien ponderada y pensada preocupación de cumplimiento ofrecido a los furiosos visitantes que, de nueva cuenta, están por objetar su inconformidad si llegan a quedar con manos vacías en la víspera de la próxima venta de abril siguiente.

He de confesar algo más sobre el asunto aquel de la oferta de nuevos ejemplares: ¿Sabes?


Tiene la sombra de mi temor por no alcanzar el número prometido a favor del mercado de los compatriotas del Sr. Larsen; me preocupa el por qué y en qué momento hice compromiso para entregar otra cantidad introductoria con la cual iniciar la barra lectora de adolescentes que cada fin de semana merodean nuestros estantes, buscando algo más sobre el mentado caso.

Espero, en el lapso del mes entrante, hacer contrato de un buen compilador, aun cuando la venerable Hermandad Editorial me increpa cada vez con mayor dureza sobre conseguir de inmediato un mejor compendiador que, para mi caso, me sugiere lo mismo...


¿Tú? ¿qué me aconsejas al respecto?

Mira, no me lo aguanto más y te digo algo: en el affaire o asunto de esta relación se cruzan sucesos y citas no literales sobre diversas gamas de asuntos que, en reiteradas ocasiones me tientan a suprimir ciertas líneas de investigación, ya probadas en el trabajo de corrección de galeras.


Te confieso, amigo, que ahora termino de reconocer mi propio fondo de estupor sobre ciertos cabos sueltos del relato incesante que ha destrabado su propósito.

En efecto, constatando anteayer en ese ingrato y oscuro trabajo anónimo correctivo, percibo cómo se difumina hasta hacer disminución de la claridad y exactitud del estilo literario, con su lógica comercial en la manera en que engendra una nueva y morbosa exclusiva para los lectores fieles.


Esta especie de Primicia Editorial, que aporta los siguientes aspectos para la nueva reedición, dice, más o menos, así: ¡A ver qué te parece!...

La feliz pareja pertenece a una sociedad secreta, que en sánscrito se hace llamar Akhara, Nuestra a, o primera letra del abecedario español, cotejo hecho en su momento por parte de Antonio de Nebrija, en el siglo XVI, el cual guarda una acepción de proximidad, aún sin esclarecer con aquel otro célebre relicario de Carlomagno, mismo que se encuentra bajo buena vigilancia en la abadía de Conques, localidad del hermoso departamento del Aveyrán, Francia.


De este santo lugar lo intentan sustraer en forma violenta, con destino hacia una casa real venida a menos, en la mismísima Ciudad Luz; luego, anteponen un banal recurso de declaración administrativa de robo calificado en la modalidad de sustracción de objetos de arte, en este caso, de arte carolingio, por supuesto, cuya circunstancia salvan los tórtolos de Minden como ahora los denomina la turba lectora adolescente reciente, en un hecho de bautismo oral dentro de la demanda extraordinaria de fin de año próximo pasado .

Debo señalar también, por si acaso se incrementan nuevas dudas, que sólo se persigue envolver en aureolas resplandecientes de sorpresa de supuestos y entrecejos, como el espacio mío donde se separan mis gruesas cejas, lo que ya circula en el rumor local de Minden.


Se sospecha que los amorosos, como también se les nombra, se confían, primero, asuntos tales, que me sugiere, y debo decirlo con apego estricto a un provecho comercial en primera instancia; luego, en segunda instancia, otro aspecto estricto y literal resulta solo beneficio editorial en favor del raro género epistolar o de cartas escritas en secreto que sostienen en tanto ser pareja y conducirse con desparpajo evidente, lo cual ya les permite convertirse en asunto de in-cuestionadas figuras públicas.

Pues bien, como te decía, los amancebados o amados uno de otra, se confían en sus cartas el empleo de esa grafía; recurren a los caracteres egipcio, griego y latino que acompañan con representaciones de la misma escritura; además, se remontan a ciertas prácticas oscuras de los siglos V, VIII y XV, después de Cristo.


Esta inclinación curiosa no guarda mayor importancia si tal cruce epistolar no conservara un ejemplo rayano de afanes místicos, re movientes en materia de escombros de tiempo humano, cuya tarea especializada al parecer, redunda en la excavación de otras propias miserias humanas que, empero, en ambos casos sugiere o devela una tendencia de elaboración soterrada de acuñación de monedas.

Se conoce bien, por este asunto que ambos emplean métodos de fundición de la época de los romanos, de cuando la instalación de los Triunviratos históricos de Domiciano o de Augusto, pues aquellos grandes estadistas inician decorando sus personas en el juego de aleaciones de oro, plata y cobre, o bien, de bronce, quizá, con provecho tal, para representar efigies de gobernantes de poder...


Pero esto, por falta de mejor tiempo para escribirte, debo concluirlo más tarde.

¿Sabes?


¡Tengo una sorpresa!

¡Recientemente me entregan abundante correspondencia procedente desde Oslo, de parte del Sr. Larsen!...


Como buena noticia, asiente y consciente: ¡Por fin!

En revisar el punto de nuestras insatisfacciones económicas al efecto de agilizar la demanda que nos preocupa en común...


¡Disculpa y recibe, por el momento y de mi parte, un fuerte pensamiento de karma positivo!

¡Hasta la próxima comunicación y que la Tripartita Intercesión de los Iluminados nos acompañe en cuanto tengamos que hacer!


Te prometo nuevas cosas y no desesperes, escribiré en otros momentos más propicios sobre nuevas cosas de tan empedernidos amorosos.

¡Ciao!


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En atención al público lector de diversas edades, ofrezco ese glosario de términos para apoyar la comprensión de la lectura.

Gracias a comentarios de lectores atentos, se ha revisado la historia y comunico la intención de dar continuidad a la misma en capítulos subsecuentes.


Agradeciendo nuevos comentarios y opiniones, les enviamos un saludo cordial.



GLOSARIO:

ERNST COPTRY Y MARIANNE KÖLHER-BINDEN, personajes secundarios del relato.


SOCIEDAD MINDENSE, sociedad surgida en la localidad de Minden, comprendida dentro de la región de Westfalia-Renania, Alemania.


RAMMHEL VERLAG, ex cronista de esa ciudad y activo prologuista de ediciones locales, por ejemplo, de la obra que abarca la vida en común y los secretos habidos entre los personajes secundarios de este relato.


LA PAREJA COPTRY/KÖHLER-BINDER, sobrenombre con que se identifica también a dicha unión de jóvenes amantes y no menos extraños cultivadores de los secretos que esconde la acuñación de monedas.


PRÓLOGO DE HER VERLAG, elaboración concienzuda sobre aspectos nada comunes de dicha pareja, rodeada de misterio permanente.


SEÑOR LARSEN, provinciano residente de la localidad de Buskerud, Oslo, interesado en las publicaciones de esa pareja, a través del sello editorial que maneja el Señor Verlag.


HERMANDAD EDITORIAL, nombre comercial de la editorial de su dueño icónico: el Sr. Verlag e integrado a esa casa, la familia y amistades más cercanas con intereses semejantes dentro del mundo de publicaciones de esa empresa.


LEYENDA URBANA DE LA PAREJA INTEGRADA POR ERNST-MARIANNE, perteneciendo a una sociedad secreta de manejo de piezas sacras con poderes sobrenaturales; manejo de escrituras crípticas o secretas y acuñación de objetos, entre los que sobresalen monedas con efigies de emperadores romanos a los que se atribuyen poderes ilimitados para los poseedores de las mismas.


TRIPARTITA INTERCESIÓN DE LOS ILUMINADOS, manera de referir a Cristo, Buda y Mahoma; personajes de iluminación interior reconocida a nivel planetario.


CONTINUACIÓN

CAPÍTULOS 2 Y 3

PRESENTACIÓN A MISIVA DE IMPRESIONES 1

23. August 2020 14:43 1 Bericht Einbetten Follow einer Story
6
Lesen Sie das nächste Kapitel Presentación a misiva de impresiones

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José Mazzaro José Mazzaro
Muy bueno!
October 26, 2020, 21:53
~

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