Octubre 1997:
La noticia de lo que había sucedido en la casa de los Ordoñez, viajó tan rápido que al día siguiente la calle principal estaba repleta de espectadores, todos queriendo saber si es que era verdad aquel rumor comentado por todos. Esa casa estuvo en los noticiarios, por lo menos, todo el mes. Pero todo lo que se decía eran solo especulaciones, nadie sabía cuál era la verdad, y ese simple hecho era el que tenía a todos aterrados.
La casa había presenciado una gran tragedia, la ira de una adolescente que la obligó a hacer algo terrible, algo inimaginable. O por lo menos eso es lo que todos decían, nadie sabía a ciencia cierta lo que había pasado allí. Y eso era lo que más los asustaba.
Cuando la noticia salió a la luz, todo el pueblo de Madisson entró en shock y una tristeza inmediata, al ser un pueblo pequeño, todos conocían de todos, y al enterarse lo que le había pasado a una de las familias más importantes de allí, hizo que todos se asustaran. Algunos sin aún poder creer lo que se decía de Nadia, defendían la memoria de aquella chica de ojos apagados y mirada furtiva, otros, en cambio, decían que siempre la habían visto actuar raro, que no era normal para su edad, era una chica peculiar, les gustaba acotar.
Pero recuerda siempre que cada historia tiene dos partes, todos somos el malo en una historia mal contada, peor aún si no tienes quien defienda tu palabra. Y si estás dispuesto a saber lo que en verdad le paso a Nadia Ordoñez, quédate, pero te advierto. Este solo es un relato de una chica odiada por su pueblo, obligada a hacer más atrocidades de las que crees, y te puedas imaginar.
No escribo esto para que simpatices con ella, ni mucho menos para que intenten justificarla. Solo quiero dar a conocer su historia, ya que, según el mundo, todo lo bueno que había hecho se vino abajo el día que la encontraron con el revolver en la mano y manchas de sangre por todos lados. Con el paso de los años la casa se ha vuelto participe de las leyendas más impresionantes del pueblo, según las familias cercanas, si te acercas suficiente a la casa de los Ordoñez aun puedes escuchar los gritos, oler la sangre que emanaba de la familia, o hasta hay quienes afirman que han llegado a ver sombras en las ventanas. Una historia muy particular, la cual sin duda cambió la vida de todas las personas, la confianza afianzada con los años no fue lo suficientemente fuerte para que algunas amistades pudieran superar eta etapa de cambios y así poco a poco cada quien empezó a mirar por encima del hombro a cada minuto. La culpaban a ella porque había acabado con la felicidad allí, el día que decidió matar a su familia.
Ana Gabriela
