dreamhopeb •𝗗𝗥𝗘𝗔𝗠 𝗛𝗢𝗣𝗘•

Donde Kim Taehyung tiene una variedad considerable de filias, y Jungkook, la estrella de un famoso prostíbulo llamado Sweet Night, se encargará de cumplirlas. Este encuentro sexual ayudará a Jungkook, ya que Taehyung, un cliente fascinado por él desde la primera vez que lo observó, le daría la libertad que el menor siempre anheló desde los 15 años. "Me haces sentir como un loco por ti, Jungkook." A d v e r t e n c i a s. -Para mayores de 18 años. -Prostitución. -Sobre-explotación sexual. -Drogas y alcohol. -Lenguaje vulgar. -Escenas de violencia. -Filias. -Capítulos extensos +13 000 c.u. Si alguno de estos temas no es de tu agrado y eres sensible a ello, por favor no lo leas. ©DreamHopeB ***Prohibida su copia o adaptación.*** »Historia ganadora de los TBSAwards2021✓✓ »Historia ganadora de los TaekookAwards 2021 en la categoría "Historias Originales" ✓✓ ⭐Prestigiosa e increíble portada hecha por @txegkk (MoonShine). Infinitamente agradecida con ella por esta obra de arte <3 »𝘿𝙞𝙨𝙥𝙤𝙣𝙞𝙗𝙡𝙚 𝙚𝙣 𝘼𝙢𝙖𝙯𝙤𝙣« 📖


#96 in Fan-Fiction #5 in Prominente Nur für über 21-Jährige (Erwachsene). © Todos los derechos reservados

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•One•


Normal.

La mejor palabra para descubrir su vida diaria, incluso se atrevería a describirla como "rutina" de no ser, porque las rutinas de otras personas le parecen incluso mejor que la de él.

Levantarse, irse a la oficina, volver a su considerable mansión y dormir.

La rutina de lunes a viernes se resumía a esas pocas palabras, incluso se atrevía a admitir que extrañaba la Universidad.

Allí practicaba deporte, tenía exposiciones y proyectos donde sacar su personalidad extrovertida. O porque no, darse un buen polvo con alguno de sus compañeros en las duchas de los gimnasios a la hora del almuerzo. Era divertido.

Pero ahora en un trabajo donde se tenía su trasero 24/7 en una silla junto a su computador, no era muy divertido.

Era estresante.

El estrés se acumulaba conforme su vida normal seguía el mismo curso, ya que al finalizar la Universidad, su padre dejó el cargo de jefe y le hizo ser el siguiente en la línea.

Por lo cual, ahora tenía una empresa de millones de dolares a su poder, y lo hacia un cargo muy estresante.

Empezaba a contemplar la idea de irse de fiesta y emborracharse, recuperar un poco de su vida pasada en la que estuvo influenciado varios años, quería un poco de libertad.

Por eso tenía pensado decirle a Yoongi, uno de sus amigos en la compañía (y asistente, pero era más un amigo) salir el fin de semana y buscarse a alguien para liberar un poco de su estrés.

—No lo haré.— Contestó secamente mientras acomodaba la pila de papeles en sus manos, oyendo al pelinegro quejarse.
—Sabes que no me van las fiestas Taehyung.

—¡Hyung! ¿vas a dejar a tu amigo morir una semana más?— Ladeó su cabeza con la expresión más triste que pudo colocar, Yoongi arrugó su nariz.
—Es sólo una fiesta, un poco de alcohol, sin drogas.— Aclaró con su dedo, asintiendo a sí mismo.
—Siento que si mi situación sigue así voy a morir.

—Tú eres el necesitado, ve tú.— Continuó caminando con el pelinegro siguiendo sus pasos, sin desistir.

—Yoooongi~

—No.

—¿Por favor?

—No.

—¿Por favor por favor?— Hizo un pronunciado puchero, colocando ojos de cachorro.

¿Un jefe millonario rogando a su asistente que lo acompañe a una fiesta? Ese era Taehyung.

—Tae.— Tomó aire por su nariz y se contuvo a gritarle.
—¿Si tan necesitado estás, por qué no solo contactas a alguno de tus pretendientes? Tienes a medio Seúl babeando por tí.

—Así no funciona para mí.— Arrugó su nariz.
—Es muy normal.

—¿Y crees que un desconocido te va complacer?— Elevó una ceja.

—Nunca se sabe.— Encogió sus hombros, la chispa de curiosidad bailando en sus ojos.
—Es mejor así, ¿no te gusta lo desconocido?

—No, prefiero acostarme con alguien en quien confíe.— Contestó simplemente, su expresión acusadora.
—Como mi pareja, por ejemplo.

—Aburrido.— Rodó sus ojos, esperando esa respuesta de su amigo.

A diferencia de Yoongi, a Taehyung le gustaba ser soltero. Tenía este extraño gusto por lo desconocido, así fueran personas o experiencias, siempre estaba abierto a experimentar si era de su agrado sin importar realmente si era hombre o mujer. Aunque su preferencia sexual debido a la catafilia, eran los hombres.

Y simplemente no le gustaba repetir de persona cuando se trataba de sexo. Siempre sentía que no lo satisfacían al 100%

Podían ser buenos besando, pero no embistiendo.

Podían ser buenos sometiendo, pero no dando cariño que lo recompense.

Nunca era equitativo, siempre había algún defecto que le hacía no volver dos veces con la misma persona. Por esta razón desistió a encontrar una pareja y en su lugar, brincar de persona en persona sin algo formal.

El problema era cuando algunas de estas personas quedaban tan abrumadas por él, ya sea por su fama, dinero o por su trasero, que lo buscaban por todos los medios posibles.

Pero Taehyung era así, una única vez.

Lo tuviste un momento, al siguiente no.

Esa era su magia, su efecto de ser imposible que le gustaba a tanta gente, algunos de ellos tomándose como un reto el conquistarlo.

Inútiles, perdían su tiempo. A Taehyung le desagradaba la gente con actitud acosadora, buscando siempre un medio para hablarle, le desagradaba mucho.

Incluso Yoongi sabía de sus problemas por encontrar a alguien de su gusto, tal vez por eso se compadecía un poco de él y lo ayudaba algunas veces, justo como lo haría ahora.

—Sabes, Namjoon recientemente habló conmigo, dijo que la valoración del burdel llamado Sweet Night subió debido a la publicidad que firmó con nosotros.— Taehyung obtuvo su atención a sus palabras, esperando que continuara.
—Ahora posee una valoración de 6 coronas, las personas no dejan de hablar de la estrella del lugar.

Los burdeles, un negocio que siempre quiso explorar, más se decía que era muy simple. Sin embargo el agregar una valoración al criterio era interesante.

—Un prostíbulo...— Sonaba tentador, la idea brillaba en su mente más de lo que pensó en un principio.
—¿Qué tan buena sería la estrella de un prostíbulo?

—No lo sé, tendrías que darle un vistazo.— Encogió sus hombros y se volteó en dirección a la salida de la oficina.
—Namjoon puede darte más información.

Curvó sus labios lentamente mientras las cosquillas burbujeaban en su interior, empezando a suspirar por la posibilidad de encontrar algo. Algo nuevo... algo... singular.

—Yoongi...

El mencionado giró su cabeza a Taehyung, viendo la sonrisa pensativa del chico.

—Creo que acabas de salvarme.— Se acercó al confundido chico y palmeo su espalda con una sonrisa.
—Me voy yendo.

Yoongi lo vió salir de la oficina a paso apresurado y suspiró, su amigo podía llegar a ser tan raro en cuanto al sexo.

Muchas veces tuvo que aguantar sus relatos y decepciones a la hora de copular con alguien, porque según Taehyung:

"No sabe chuparla, fue un desastre."

"La tiene grande, pero demasiado sensible."

"Es un bruto, no supo moverla."

"Ese idiota me ahorcó aún cuando le dije que no, la hipoxifilia no es lo mío."

"Lo tenía demasiado pequeño y flácido."

Y un sinfín de relatos que tuvo que tragarse a la hora del almuerzo en el comedor de la compañía.

—El día en que encuentres a alguien que cumpla todo lo que buscas, me casaré con Jimin.— Rió suavemente mientras sacaba las llaves de su bolsillo, abriendo la puerta de su hogar para ver al mencionado sonreír desde la cocina, la cena lista en la mesa.

📷

—BunnieBoy.— Susurró el nombre que aparecía en la página web del burdel, habiendo seleccionado el cártel de estrellas.
—Se ve bien...

No se mostraba su rostro en las fotografías de la página web debido a su máscara de conejo sexy, sin embargo su cuerpo a simple vista era sumamente caliente.

Poseía un físico deseable, su color de piel lechoso contrastaba bastante bien con la lencería de color negro que cubría la parte de su torso y caderas.

Tenía un tatuaje, su costilla izquierda entintada con un diseño de letras que no llegó a leer por el ángulo de las fotos, pero joder. Ahí un punto a una de sus filias.

No lo pensó mucho, dio click en agendar cita luego de un rápido escaneo.

Le gustaba, lo quería.

No sabía si más de dos veces, pero por el momento, lo quería.

La página dio cargar y llegó el formulario de inscripción, en cuanto empezó a llenar los espacios con su información, sus ojos se abrieron de par en par junto a un jadeo sorprendido, no creyendo lo que estaba leyendo.

—Formulario de etiquetas.— Siguió leyendo lo que decía en la página web.
—Personaliza a la persona de tus sueños, agrega los comportamientos, el rol, la habitación, tus filias y juguetes sexuales.— Llevó una mano a su cabello y parpadeó.
—¿Esta mierda es real?

Denle 10 estrellas a esto joder, ¡es el maldito paraíso!

Sin esperar dos segundos más, empezó a rellenar los espacios como si de un cupón de canjeo de MacDonald's se tratara, la alegría chispeando en su dedos a medida que daba las instrucciones al hermoso chico de como debía ser.

________________

Formulario para: Bunnie Boy.

Rol: Activo.

Comportamiento: Dominante.

Habitación: 320, cama King-size, colores blanco y rojo.

Juguetes: Tipo bondage, plugs, condones de sabores, lubricantes, vibradores, esposas.

*Inserte las filias que desea tratar:

Catafilia: Dominación masculina.

Coreofilia: Atracción a los bailes eróticos.

Gimnofilia: Atracción al ver a la persona desnuda.

Merintofilia: Atracción a estar atado.

Nafefilia: Excitación por tocar o ser tocado.

Pigotripsis: Atracción a tocar o rozar los glúteos o nalgas.

Acomoclitismo: Excitación por los genitales depilados.

Basoexia: Excitación provocada por los besos.

Coitolalia: Excitación al hablar durante el sexo.

Cropolalia: Uso de malas palabras durante el sexo.

Ecdiosis: Excitación al desnudarse frente a desconocidos.

Odaxelagnia: Excitación al morder o ser mordido.

Masoquismo: Placer ligado a la propia humillación o sufrimiento físico, o moral.

Dacryfilia: Atracción por ver lágrimas en los ojos de la pareja sexual, también aplica a sí mismo.

_______________

—Ya está.— Finalizó rápidamente antes de que su mente empezara a frustrarlo más.
—No me decepciones, Bunnie.

Miró el monto total de sus exigencias, un total de $15 000 para lo que sería una noche siendo depositado al famoso burdel Sweet Night, esperaba que Namjoon no mintiera para intentar conseguir clientes.

Aunque con un sistema personalizado como este y siendo un servicio completo, dudaba que fuera simplemente superficial.

Para cuándo volvió a mirar la computadora, la pantalla marcaba la fecha en que estaría lista su reserva.

Dentro de dos semanas.

Sería una larga espera...

¿Valdría la pena?

📷

—Tienes la información del nuevo cliente y sus exigencias.— Tiró la lista a la cama del chico, quién estaba semi-desnudo y recién levantando.
—Apresúrate, tienes dos semanas para aprender este comportamiento y actuarlo.

El chico rodó sus ojos mientras tomaba la lista en sus manos, viendo la cantidad de etiquetas que exigía en filias.

—¿Cuánto pagó por esto?— Inquirió con una ceja alzada, mirando el tema y la fecha.
—Dos semanas, ¿piensas que aprenderé esto en dos semanas?

—Querido Bunnie.— Paró de inspeccionar la habitación del chico, mirando las cobijas blancas sobre el cuerpo del pelirrojo.
—¿Te crees con la autoridad necesaria de cuestionarme algo?

—Tengo que conocer a mis clientes.— Elevó sus hombros con total confianza, recibiendo una risa sorprendida.

—No querido, no son tus clientes.— Miró juzgador al chico, con aires de suficiencia.
—Eres su juguete, ¿comprendes?

—¿Se supone que debo llorar?— Llevó una mano a su pecho, haciendo un puchero sobre-actuado.

—Si lo actúas, creo que saldría muy bien.— Burló con un guiño antes de tomar la puerta con su mano.
—Dos semanas y quince mil dólares en juego Bunnie, no nos decepciones.

Jungkook soltó una maldición a su nombre una vez Kim salió de allí y volvió su vista a la hoja, el nombre del cliente sobre la parte superior.

—Kim Taehyung...— Susurró sin ánimo alguno, tomando las sábanas de su cuerpo y quitando el material. Caminó desnudo hasta su armario.
—Maldito Kim.

No Kim Taehyung, si no el hombre que recién dejó la habitación, Kim Namjoon.

Otro cliente que tendría que atender, satisfacerlo, entregarle su experiencia del negocio... o mejor dicho, hacer una actuación bastante creíble para hacerle ver estrellitas en los ojos mientras atendía sus raras filias.

A decir verdad y por su experiencia, nunca le tocó clientes normales, y éste no parecía ser la excepción. Mientras no pidiera que le orine el rostro, sería soportable.

Miró una vez más la hoja mientras tomaba su desayuno junto a los demás trabajadores en el comedor. El Sweet Night poseía una vivienda aparte para sus trabajadores, o como decía Jungkook, sus cuartos de cárcel.

Todos vivían bajo el mando del dueño del lugar, ya que la mayoría no tenían casa, vivían allí y trabajaban para mantenerse.

El edificio tenía un pasadizo para conectar el burdel y el lugar donde dormían debajo del primer piso, siendo así el único camino que tomaban los trabajadores una vez finalizaban sus trabajos en las habitaciones del burdel y volver a sus camas. Así, nadie salía del lugar.

Era un estilo de vida que se acostumbró, hasta el momento. Porque algunas veces, las exigencias de sus clientes eran demasiado para él.

—¿Qué te tocó esta vez Kook?— Mark llegó unos metros detrás de él y miró la hoja, subiendo sus cejas.
—No parece tan malo.

—No realmente, siempre prefiero masoquismo a vampirismo.— Tomó un trozo de manzana y lo llevó a su boca.
—Pero ya sabes, hay que crear todo una mierda de secuencias de como serán llevadas las filias, las posibles acciones y todo eso.— Suspiró y dejó la hoja en la mesa, tomando el vaso de leche en sus manos.
—Algo me dice que es niño rico. Metió demasiadas etiquetas sin importarle el precio.— Bebió de su leche, Mark silbó.

—¿Sabes cuánto pagó?— Tomó la hoja en la mesa y buscó algún precio, pero no había nada, salvo las numerosas etiquetas y especificaciones.

—Creo que las especificaciones ya dicen algo. Es una habitación de lujo Mark, una noche ahí puede valer de 10 mil dólares en adelante, aunque Namjoon dijo que pagó quince mil.— Exhaló cansado y sobó su cuello, algunas marcas de collares seguían sin curarse del todo, y le dolían.

Mark lo notó y se acercó a él después de dejar la hoja en la mesa.

—¿No se han curado?— Preguntó preocupado, Jungkook hizo una mueca.

—En dos semanas estará curado.— Bajó su mano sin mostrar que realmente le afectaba, levantándose de su asiento en el comedor.
—Tengo que irme a ensayar.

El chico sonrió tristemente y dió palmadas en su espalda.

—Deberías hablar con Jin y pedirle un descanso...— Sugirió hacia el menor, quién bufó en burla mientras negaba.

—Si no tuviera a Namjoon todo el tiempo entre sus piernas, créeme que lo hubiera hecho.— Empezó a caminar hacia su habitación, despidiéndose con su mano sin voltear.
—Me voy.

Mark lo observó alejarse a la distancia, suspiró y empezó a caminar a su misma habitación, pensando en que si Jin tuviera la cabeza más centrada y sin nublar por Namjoon, su hermano menor no sufriría a como lo estaba haciendo ahora.

📷

Escena 1: Baile.

Lo tenía en el plan, un poco de seducción mientras le daba la vista de un baile erótico, la lencería estaría bien para su coreografía, después de todo era de su gusto en filias.

Escena 2: Bondage.

Lo ataría a una silla, donde sería torturado por la espera mientras se desnudaba al frente de él, lo trataría de hacer ver como un desesperado por su cuerpo, por querer consumirlo y consumirse con él. Sin embargo no lo dejaría, haciéndole llorar de la impotencia al no obtener lo que él quiere.

Escena 3: Castigo.

El chico sería castigado en modo de spanking o nafefilia, acostado en su regazo con el trasero expuesto, el pigotripsis sería la manera de consolarlo al llevarlo al límite, siendo suave para llevar un ritmo de altos y bajos junto al coitolaila.

Escena 4: Regalo.

Elogios, los besos serían el premio luego del castigo, la cropolaila en susurro de maldiciones junto la odaxelagnia en mordidas, llevaría la excitación del sumiso de nuevo, listo para entrar a la fase inicial del sexo.

Escena 5: Preparación.

Lubricantes y plugs, los vibradores los usaría para relajar, siendo hábil pero sin permitirle venirse, a pesar de chequear su edad y ver que era joven, cada cuerpo era diferente, su actitud le permitiría evaluar su resistencia.

Estaba escribiendo la escena 6 cuando la puerta de su habitación se abre de repente, Jungkook sube la vista al intruso y se topa con la señora Bang.

—Revisión de la habitación.— Contestó sin más, abriendo completamente la puerta para dar ingreso a los cuatro hombres que harían la revisión. Jungkook cerró su libreta con fastidio en su rostro y se dejó caer en la cama.

—Namjoon vino en la mañana a revisar, ¿no se quedan tranquilos con eso?— Empezó a observar a los cuatro hombres repartirse en el lugar, abriendo gavetas y los armarios, inspeccionando las ropas.
—Mierda, ¡acomodé todo está mañana!— Gruñó bajo al verlos tirar las prendas al suelo.

—Lo siento pero no, Namjoon no tiene ningún puesto calificativo más allá de ser la pareja del jefe.— Se acercó a la cama e hizo a Jungkook levantarse, para después levantar la cama y mirar por debajo.

Jungkook quiso reír por sus palabras. Si supieran el poder que Namjoon tenía en su hermano no se extrañarían del nuevo cambio de calificación del burdel, ya que la idea de personalizar a tus esclavos como le gustaba autodenominarse, fue idea de él.

Exhaló cansado una vez finalizaron de inspeccionar su habitación, viendo con desagrado uno de los inspectores pasar cerca de él y analizarlo con esos típicos ojos hambrientos que él ya bien conocía. Hizo una mueca de asco y cerró con llave la puerta, así nadie podría molestarlo.

—Estúpidos, si tuviera una maldita arma escondida ya la hubiera usado.— Bufó molesto mientras levantaba las ropas que le hacían usar para atender algunos clientes, volviéndolas a doblar y guardarlas.
—Maldito Namjoon.

Kim Namjoon, pareja de su hermano Jeon Seokjin, quién era dueño del burdel Sweet Night.

Sweet Night, idea de su hermano para implantar un negocio familiar, mismo en el que fue envuelto desde la edad de 15 años, ya que aún siendo menor, trabajó en el área de limpieza de habitaciones.

¿Cómo llegó a estar fielmente ligado al mundo de la prostitución?

Desde que murieron sus padres a la edad de 15 años, su hermano se alió con Kim Namjoon a este negocio y asumió el trabajo de jefe, más tarde se desarrolló un romance entre ambos chicos.

Y con su hermano, Jungkook se adentró de igual forma a este mundo.

Lo fue hundiendo más en la oscuridad de la obscenidad llegando a cumplir como a día de hoy, el rol de prostituto.

¿Qué más opción tenía cuando era menor de edad, sin padres, sin dinero y sin trabajo al cuál aferrarse?

No había terminado el colegio cuando su hermano arrastró a esto.

Es por eso que no tuvo opción, mas que adaptarse a las reglas que dictaba Seokjin y trabajar, la ingenuidad de creer en su hermano también le jugó en contra.

Pero aún tenía la esperanza de salir de este lugar. Y por esto mismo su hermano era tan cauteloso con él, mandando guardias que revisaran su habitación cada dos días y después de un encuentro con un cliente.

Incluso, tenía que estar desnudo en su habitación para no portar -según Namjoon- un arma escondida en los bolsillos de sus ropas.

Ambos tampoco le daban suficientes clientes como para hacerlo explotar, ya que siendo la estrella de este negocio, su trato y cuidado era mucho mejor que los demás.

Poseía un cliente nuevo cada 15 días, normalmente siendo de edades jóvenes y también por la "misericordia" de su hermano, le asignaba a los más morales y con mejor posición económica.

Jin confiaba en sus capacidades de seducción y rol de personalidad para adaptarse a cada uno de los gustos de los clientes más exigentes, una especie de escudo que Jungkook desarrolló para sobrevivir al trabajo que arrebató su adolescencia.

Su hermano lo usó para impulsarse, aprovechándose de sus capacidades mentales para ejecutar roles.

Seokjin y Namjoon eran los líderes del negocio. Sin embargo, Kim Namjoon no estaba en el formulario de papeles de propiedad y política, sino que él era más un apoyo, una mano derecha que soborna a Jin al tomar decisiones, engatusando su oído con dulces palabras para hacerlo cumplir sus caprichos.

Su hermano era algo así como un títere, realizaba los mandatos de Namjoon y éste, obtenía lo que quería sin tener que de verse reflejado directamente en el mundo de la prostitución.

Básicamente, Kim Namjoon creía que de esta forma nunca sería atrapado, ya que no había evidencia física de su papel en el Sweet Night.

Sin embargo, Jungkook tenía la idea de aliarse con alguien para derrotar este negocio.

Daba igual si era policía o no, pero necesitaba a alguien con el suficiente poder o incluso más del que tenía su hermano, para hacerle caer.

Su principal razón: sacar a sus amigos de aquí.

Porque si tenía amigos en este mundo, Mark era uno de ellos.

Y no sólo él, habían muchos más.

Estaban en las mismas condiciones que él, sin lugar al cual recurrir y siendo está su única opción de trabajo, algunos de ellos siquiera tenían salario.

Estaban aquí las 24 horas del día, los 7 días a la semana.

Era una sobre-explotación laboral y sexual, atendiendo a hombres pervertidos, ya fueran solteros o casados, la mayoría de ellos alcanzando la edad de 40 años en adelante.

Le generaba tanto asco, algunos de sus amigos o compañeros apenas pasaban la mayoría de edad, usaría esa información para presentar cargos de efebofilia o hebefilia.

Era un negocio asqueroso y realmente estaba bastante decepcionado de su hermano por crear una cosa como ésta.

Pero creía en el día en el que por fin todo este mundo de obscenidades sería derrotado, sólo estaba esperando el momento necesario para atacar.

Y tal vez, sólo tal vez... ese momento estaba mucho más cerca de ocurrir de lo que él creía.

📷

Dos semanas, las dos semanas más largas de su maldita vida. Y ahora por fin había llegado el día en que iría a Sweet Night, siendo atendido por su compañero Bunnie.

Finalizó su trabajo en el escritorio, notando por los ventanales de la oficina. Era de noche, 9 p.m para ser exactos. Se levantó de su asiento y tomó su maletín, caminando a paso animado por los pasillos de su empresa.

—Señorito Kim, tenga una buena noche.— Despidió uno de los guardias a la salida, abriendo las puertas para él e inclinándose.

Taehyung volteó hacia su dirección una vez abrió la puerta de su Lamborghini centenario color negro mate, para dedicarle una leve sonrisa mientras la excitación rondaba su vientre.

—Yo también espero tener una buena noche, Jean.— Respondió con suavidad, dejando al guardia con sus ojos de par en par hasta que lo vio desaparecer en la carretera, dejando el rastro del rugido del motor ondeando en el ambiente.

Lo había ansiado por días.

Había contado las horas para salir del trabajo.

Lo desconocido, una nueva experiencia, un nueva persona que cumpliría todo para él aún siendo el acto dominante.

Era perfecto, demasiado perfecto para contenerse por mucho tiempo.

Colocó el GPS y marcó la ubicación del burdel una vez Namjoon lo envío, viendo el contador disminuir los minutos a cada acercamiento.

La espera, la angustia, le encantaba.

Podía considerarse una persona extraña, pero no lo era.

Tenía sus mierdas, pero al menos eran sanas, tampoco pedía ser crucificado y cortado en trocitos, así que sus gustos eran de los más normales en el mundo de las filias.

Y ni hablar de las parafilias, sencillamente no.

Tenía un límite, unos gustos que bien no eran para todos, le complacían a él.

Y eso le bastaba.

Llegó al lugar y miró el estacionamiento, al parecer era subterráneo.

Tomó su ficha y avanzó, viendo que increíblemente, el lugar estaba más lleno de lo que pensaba.

Joder, este lugar debía nadar en dinero.

Habían de toda variedad de automóviles, Ferraris, Ducatis, Chevrolets, lo más parecido a transitar por una calle de Dubai.

Estacionó en donde le corresponde la ficha, ya que era un cliente especial con su estacionamiento reservado, y apagó el motor, saliendo de allí con su maleta en mano.

Tomó el ascensor, viendo los números mientras su estómago se apretaba cada vez más, podía saborear las ansias en sus papilas gustativas.

Las puertas se abrieron, dando paso a un recibidor con una mujer bastantes joven y uniformada, sonriendo en cuanto lo vio salir del ascensor.

—Bienvenido al Sweet Night, ¿cuentas con reservación para ingresar?

Taehyung asintió mientras se acercaba al lugar, la chica era bastante amable.

—Reservé hace dos semanas.— La chica preguntó por su nombre.
—Kim Taehyung.

Oh, ¿viste ese cambio de expresión en el rostro de la chica al reconocerlo? pues ese, ese era el efecto de Kim Taehyung.

Podía considerarse importante, la gente escuchaba su nombre y su reacción se ligaba a: "Wow, es él."

Se fijaría un poco más en su comportamiento de no ser porque estaba ligeramente apresurado por llegar, la chica miró la factura electrónica y le dió el número de habitación junto a su llave.

—Será acompañado por una de las chicas del lugar, ella se encargará de darle las comodidades necesarias, todo está listo en su habitación.— Sonrió un poco nerviosa y sonrojada, admirando a Kim Taehyung en persona.
—Tenga una dulce noche, señorito Kim.

Taehyung asintió y se dispuso a seguir a la otra chica, quien lo guío por un sin fin de pasillos hasta llegar a su habitación, número 320.

—Puede ordenar servicio de habitación con el teléfono, así si desea que la persona sea retirada del lugar después del encuentro o sí la solicita nuevamente tiempo después. La persona a su cargo llegará en unos minutos.— Se inclinó hacia Taehyung una vez terminó la explicación, sonriendo para él.
—Me retiro.

Taehyung observó a la chica irse de allí y luego miró su mano, la llave consigo que daría paso al lugar donde estaría. Inhaló una respiración temblorosa y la insertó en la cerradura, girándola para ingresar de una vez por todas.

Dió unos pasos dentro y cerró detrás de sí, admirando lo exageradamente grande que era.

Era lo más parecido a un hotel, y estaba impresionado tanto como satisfecho. Lamió sus labios y dió un recorrido, viendo la cama king-size dentro de unas puertas de madera para mayor privacidad.

Observó un antifaz en medio de las cobijas blancas, no supo si era parte de los juguetes o para dormir, arqueó una ceja y la tomó en sus manos.

Si, definitivamente era para jugar.

Suspiró con una sonrisa y continuó su inspección, las paredes eran blancas con algunos cuadros rojos colgados, un ambiente calmado y sensual.

Miró el extenso baño, un jacuzzi iluminado con luces violetas en agua espumosa y aroma a lavanda, aspiró el olor con su corazón tomando ritmo.

Las ganas de tener sexo en este lugar lo estaba poniendo, en serio esperaba que el famoso Bunnie fuera tan bueno como para hacerlo más de una vez.

De pronto se encontró impaciente, el nudo de su corbata apretaba al punto de parecer asfixiante. Tiró un poco del nudo mientras volvía a la sala, esperando con impaciencia la llegada del chico. Se oyó un click en la puerta principal y su corazón saltó, observando desde su lugar en el mini-bar que tenía incorporado la habitación al chico recién ingresado. Su boca se abrió lentamente al admirarlo.

Dejó el vaso de Brandy en la mesa, totalmente descartado en este momento. No quería emborracharse, él definitivamente quería recordar está experiencia, joder que sí.

Usaba una bata de seda negra que apenas cubría hasta sus muslos, el antifaz en su rostro dándole el anonimato que tanto le gustaba, le calentaba, le ponía. Ese diseño de conejo cubriendo alrededor de sus ojos sin perder de vista sus labios.

Jadeó gustoso a su imagen y no despegó sus ojos de él mientras caminaba a su dirección de la manera más sensual que había visto en mucho, mucho tiempo. Apretó sus manos en sus piernas al oír su voz.

—Un gusto servirte Kim, estaré a su disposición está noche.— Habló con voz terriblemente dulce y sensual para el auto-control de Taehyung, sus brillantes labios moviéndose entre cada palabra.

Bunnie se detuvo a dos metros y bajó su mano a la corbata del mayor, tirando de ella hasta acercarlo a su rostro, su cálido aliento chocando contra los labios del aturdido Taehyung.

—¿Empezamos?

Enseguida se sacudió entero como si una descarga eléctrica lo hubiera chocado, gimió pequeño al mirar sus ojos, tan malditamente oscuros que le hicieron una contracción a su erección que comenzaba a aparecer en un tiempo récord.

¿Se había calentado así de rápido alguna vez? Lo dudaba, este chico ya lo tenía a sus pies sin decir muchas palabras y empezaba delirar por como sería en la cama.

Lo deseaba, lo deseaba demasiado, una palabra se necesitó para tener el control de su cuerpo, y no dudaba que sería magnífico en el sexo.

Asintió a su pregunta, completamente sumiso y embobado, dejándose tratar en cuanto lo tomó del brazo y le hizo sentarse en uno de los sillones bajos con un empujón de su pecho, bajando sus manos después hasta enjaularlo en el sillón.

—Leí que te gustan los bailes eróticos, ¿no es así Kim?— Escaneó su rostro sonrojado y sonrió con suficiencia, alejándose un momento para buscar el aparato de música en el bar.

Bunnie regreso y colocó el aparato en la pequeña mesa junto a una lámpara, empezando a desatar el nudo de su bata.

—Te hice una pregunta, Kim.— Tiró de la cuerda de seda y ésta colgó en su cintura, la hendidura de la bata dejando ver el encaje de su ropa interior.

Taehyung reprimió un ruido en cuanto Bunnie levantó su rodilla y la tela barrió su piel hasta descubrir el interior de su muslo, segundos después el peso de su rodilla hundió el sillón en cuanto se colocó entre sus muslos.

Iba a morir.

Jungkook escaneó las piernas temblantes de Taehyung y luego sus ojos, habló con tono firme.

—¿Tienes problemas para contestarme?— Bajó su mano y la acercó al mentón de Taehyung, levantando su rostro. Sintió su rodilla ser apretada por los muslos del pelinegro y se acercó.
—Se obediente y contéstame.— Gruñó.

Santa mierda. Era un dominante en toda su maldita gloria y tenía a Taehyung siendo un saco de nervios.

No era nuevo en esto, pero estaba siendo demasiado bueno y siquiera habían empezado.

Reunió el valor para contestar y luchó por el control de su consciencia, estaba nublándose en calentura algunas veces, simplemente parecía demasiado para él.

—L-Lo sien... siento.— Respiró hondo y llegó a oler su colonia, mordió sus labios al aroma, era delicioso en todos los aspectos existentes, seguramente su rostro debía ser igual de bueno.
—Yo... es decir si, si me gustan.— Asintió hacia el chico con antifaz, quién sonrió ladino y dejó su mentón.

—¿Crees que te mereces un baile luego de ignorarme de esa forma?— Taehyung abrió su boca para contestar, sin embargo de inmediato fue callado con un pulgar entrando rudamente en sus labios, el falange apretando su húmeda lengua.

Apretó sus piernas nuevamente al ver la mirada de Bunnie ser tan oscura y penetrante, empezó a debatir demasiadas cosas. Quería chuparlo como si de su maldita polla se tratara, sin embargo no sabía las acciones que el pelirrojo tomaría al hacerlo.

Esto era un juego, un erótico juego de rol que lo tenía a punto de empezar a frotarse contra la rodilla del chico a como siguiera viéndolo de esa forma.

Intentando aliviar el dolor que sentía en su propio pene, comenzó a mover sus caderas y mordió levemente el pulgar de Bunnie, este gruñó de nuevo y se acercó a él, empujando más profundo el pulgar en su boca.

—Contéstame.

—Si.— Asintió con su cabeza y habló a como pudo, el roce de su dedo sobre su lengua excitándolo todavía más.
—Bunnie...— Jadeó gustoso y chupó su pulgar, retirándolo de su boca luego de una lámina un tanto lasciva incluso para él. Tragó la saliva que resbaló de sus labios y suavizó su tono a uno de suplica, acompañado de un levantamiento de caderas.
—Baila para mí, por favor...

Pareció convencer al chico de antifaz, ya que después de un análisis a lo terriblemente necesitado que parecía Taehyung en este momento, se alejó de él y deslizó la bata sobre su cuerpo.

Taehyung juntó sus piernas y una ola de calor lo recorrió al admirar su esculpido cuerpo.

Notó el tatuaje que había visto anteriormente en el sitio web y pudo leer leer de cerca, un "Liberty" en letras negras que lo dejaron sin aliento.

Quería chupar la tinta directamente de su piel, saborear cada rincón de su exquisito y bien trabajado cuerpo, estaba sediento y este chico sexy era lo más cercano a un Oasis en medio desierto.

—¿Te gusta?— Bunnie notó la mirada ajena en su dirección y sonrió levemente.
—Te dejaré tocarme si me obedeces, ¿qué tal suena eso?

De maravilla, perfecto, empieza, estoy listo. Pensó.

El pelirrojo tomó el interruptor entre sus manos y dió inicio a la canción.

"Two Feet - Go Fuck Yourself " comenzó a sonar en la habitación, Taehyung reconoció la melodía porque joder, era sumamente sensual en todos los sentidos.

La letra, el ritmo, incluso el azabache empezando a recorrer las manos sobre su cuerpo y estirando el bóxer del elástico para volverlos a soltar. El golpe contra la piel dándole una contracción a su dolorido pene que parecía consumirse en fuego en sus pantalones.

Era demasiado para él, pronto estaba respirando por su boca y apretando sus piernas a cada mirada en su dirección, su pulso disparándose en anticipación cuando Bunnie se coló entre sus piernas y las extendió con sus manos, balanceando las caderas hacia delante, pero sin llegar a rozarle.

Era bueno, pero estaba a un borde de lanzarse contra él y rogarle que lo folle, así que con las palabras deslizándose de su boca, suplicó.

—Bu-Bunnie... por favor ya...— Tragó un gemido en cuanto el contrario posó las manos en sus piernas, empezando a subir mientras balanceaba sus caderas.
—Necesito que-

Se calló abruptamente en cuánto una mano impactó con su mejilla más rápido de lo que pudo procesar, el dolor se extendió por su rostro.

Atónito, volteó su mirada hacia el chico del antifaz, quién tomó su rostro de forma inmediata.

—Te dije que me ibas a obedecer.— Taehyung asintió con rapidez, sin perder la excitación en lo más mínimo, incluso sentía sus boxers pegajosos.
—¿Y qué hiciste?

—Pero-

—¿Pero?— Subió una ceja y Taehyung se encogió en su lugar.
—Tan malo Kim... tendré que castigarte.

La lujuria y el placer parecieron romperse dentro de Taehyung, pronto estaba respirando entre pequeños gemidos mientras asentía, la idea haciéndole sentir mojado en su bóxer, sus pezones sensibles al igual que él.

—Hazlo.— Sus mejillas ardieron en señal de aceptación.
—Lo quiero, hazlo.

Se supone que no tiene que gustarte. Pensó Jungkook.

Lo tomó de su corbata y le hizo caminar hacia la habitación.

Podía sentir la alegría irradiando de su cuerpo, era... extraño.

Le hizo sentarse en una silla, haciéndole esperar mientras abría el armario y sacaba lo necesario para empezar a jugar. Taehyung observó las esposas caer en la cama su derecha, mordiendo sus labios a la idea de ser atado.

—Manos.— Dictó Jungkook hacia el chico, quién las llevó hacia la parte de atrás ofreciendolas sin mayor problema.

Bunnie colocó las esposas en sus muñecas y lo dejó inmóvil, sonrió y volvió a erguirse, colocándose al frente.

—Sabes Kim, el punto de un castigo es enseñar una lección mediante algo que te guste, pero que no pueda satisfacerte.— Taehyung lo observó tomar sus bóxer y tentar el elástico, tragó.
—He visto tus gustos, y sé que te encanta ser tocado.— Miró al pelirrojo mientras procesaba la información, el bóxer de a poco empezaba a bajar, hasta tener el inicio de su apetecible y grande pene a la vista, jadeó.
—Así que, ¿qué dirías si me desnudo frente a ti, sólo para dejarte atado toda la noche sin tocarte?— Preguntó con crueldad.

Taehyung empezó a negar de inmediato, aterrado con la idea.

—¡No!— Meneó su cabeza y tiró de las esposas en sus manos.
—No lo harías... no puedes.

—Oh créeme, puedo. Pagaste esta noche, sin embargo estás a mi cargo Kim. Puedo hacer lo que quiera contigo, y si quiero dejarte allí, lo haré.— Terminó por sacar su ropa interior, quedando con su cuerpo completamente desnudo a la vista de Taehyung, quién se removía en la silla con quejas. Caminó hacia el chico y lo vio con sus mejillas rojas de impotencia, seguramente excitado al punto de doler.
—Es una lástima... tenía tantas ganas de follarte en esta cama.

—¡No!— Volvió a quejarse, la belleza del cuerpo de Bunnie y su gran excitación lo estaban llevando a la locura. Miró al chico con ojos de cachorro.
—Necesito que me toques, haré lo que me dices, pero por favor.... por favor tócame.

—Gánate el derecho.— Taehyung lo observó empezar a alejarse y por poco llora, pero al verlo tomar el mismo antifaz situado en la cama a su derecha, su cuerpo vibró en emoción.
—Jugaremos un poco Kim.

Jungkook sacó varias cajas de condones de sabores, elegidos por su acompañante en la compra de Internet y las tomó en sus manos. Taehyung tragó saliva sintiendo el calor brotar de sus poros en cuánto el pelirrojo se puso dos metros al frente, el antifaz en una mano y las cajas en la otra, tanteando los objetos con su mirada en su presa.

—Te pondré un antifaz y vas a adivinar el sabor del condón que tengo puesto.— Observó al chico asentir de inmediato, lamiendo sus labios en un tic nervioso que lo tenía de alguna manera, complacido por su reacción.
—¿Bien?

—Si...

El juego comenzó, Jungkook colocó el antifaz delicadamente en su rostro mientras le daba algunas caricias a su mentón una vez estuvo listo. Se acercó a su oreja y susurró en advertencia.

—Si fallas una vez, te quedarás aquí con tu bonita polla sufriendo toda la noche.

Taehyung apretó sus dientes al pensarlo, no no no, definitivamente no. Tenía un buen sentido gustativo, confiaba en que no se equivocaría, su cordura estaba en juego.

Lo que más le excitaba de todo esto era que el chico no parecía fingir sus actitudes de dominante, tal vez ya era así por naturaleza, o tal vez era un muy buen actor... Lo que sí sabia, es que quería empezar a saborear esos malditos condones, su boca empezó a soltar pequeños suspiros mientras esperaba, impaciente, sudando, caliente como el infierno.

—Abre.

Casi gime en cuanto oyó la voz del chico, abrió lentamente su boca y el calor tibio de su pene rozó con sus labios. Sacó su lengua y abrió incluso más, permitiendo la intromisión de su falo que se arrastraba por su garganta, cerró sus labios y lamió.

No pasó mucho en cuanto en un abrir y cerrar de ojos, Bunnie tomó su cabeza y le hizo apartarse, el sabor apenas alcanzó su lengua.

Mierda, no lo distinguía.

—Tienes cinco segundos.

Rayos, no lo sabía... era ¿dulce? cómo si comiera tabletas de medicina para niños, no era fuerte y un poco ácido.

—¿Naranja?— Se arriesgó a la mejor opción que cruzó su cabeza, lamió sus labios mientras escuchaba otro empaque ser abierto.

—Correcto.

Taehyung sonrió y volvió a abrir su boca, listo para el siguiente.

Lo sintió ingresar, el caliente y duro miembro del chico se zambulló en su boca y de inmediato comenzó a chupar, sólo que esta vez se aseguró de mover su lengua lo mejor que pudo para agarrar todo el sabor que se le permitiera, inclinándose hacia adelante para llegar más profundo.

Escuchó un suspiro proveniente del azabache, al parecer ambos se olvidaron un momento del juego y se dedicaron al placer del momento, pero no pasó mucho cuando Jungkook reaccionó y lo empujó, tomando el auto-control que pareció perder por la experta lengua de Taehyung.

—Fresa.— Respondió con voz ronca y una débil sonrisa, complacido de haber descolocado a Bunnie un momento.

Jungkook tarareó a su reacción, rasgando el siguiente envoltorio y sacando el que tenía envuelto en su pene, al parecer estaba más duro que antes, podía ver sus propias venas en alteración.

Desde que llegó e incluso ahora, no podía ocultar demasiado su atracción hacia su pareja sexual, tenía bastante tiempo de no chocar con una persona tan atractiva físicamente.

Y definitivamente no recordaba la última vez en que una persona se comportó así con él, tan sumisa y caliente, quién seguía sus juegos a pesar de querer comenzar de una vez. Disfrutaban de la lenta espera con ansias, un fuego lento que adquiría fuerza en algunas ocasiones, tal como ahora.

Si su encuentro seguía así, podría llegar a disfrutarlo.

Bastante.

—Bien.— Tomó su propio pene y dió golpecitos en los labios del chico, tentando.
—Último.

Gimió bajo al sentirlo entrar en su boca, sus papilas gustativas adaptándose al cambio de sabor, era diferente... Cerró sus labios sobre el miembro de Bunnie en cuanto lo sacó de inmediato, si quiera duró 5 segundos en su boca.

Se quejó, no diferenciaba para nada el sabor... no podía ponerle un nombre y su ansiedad por fallar le estaba dando frustración, dijo lo primero que llegó a su mente y rezó que fuera lo correcto.

—Limón.

Jungkook bufó a sus palabras, bajando sus manos hacia la corbata de Taehyung, sus dedos comenzaron a aflojar el nudo y la sacó.

—Era menta, bonito.— Susurró suavemente en su oreja, alejándose.
—Fallaste.

Taehyung abrió lentamente su boca e intentó quejarse, pero terminó tartamudeando.

—Y-Yo...

—Perdiste tu oportunidad.— Tomó la corbata en sus manos y se alejó, envolviéndola en sus dedos.

Mierda, lo iba a dejar aquí, estaba caliente como ninguna vez en su vida y le tocaría sufrir lo que llevaba doliendo en su pantalón. Apretó sus manos atadas y bajó su cabeza, las lágrimas asomando sus ojos.

—No me dejes...

Jungkook buscó su bóxer en el suelo de la habitación, colocándolo una vez más mientras suspiraba, decepcionado de sus palabras.

—No me ordenas Kim.

—Haré lo que sea.— Interrumpió, subiendo su cabeza en dirección a la voz de Jungkook, sin poder verlo por el antifaz.
—Puedo hacer lo que sea, pero por favor Bunnie, no me dejes.— Su labio inferior tembló a la idea de que el chico se fuera.
—Quiero que me tomes.

Jungkook colgó la corbata de Taehyung en su cuello, ladeando su cabeza al escucharlo.

No Kim, no podrías hacer algo por mí.

Hubo un largo silencio en el que Taehyung pensó que el chico abandonó la habitación y bajó su cabeza, derrotado a la idea de su abandono.

—Cambiaré tu castigo.

Taehyung elevó su cabeza, la esperanza ondeando en su pecho al escucharlo.

Sintió unas manos acariciar su nuca y se inclinó a tacto, completamente necesitado. Jungkook elevó su mano sobre su cabello hasta agarrar la tira del antifaz, deslizó el elástico por su cabeza hasta destapar su visión.

El mayor parpadeó al cambio de luz, viendo a Bunnie desde tan cerca al enfocarlo. Su rostro adquirió color al ver sus ojos, le derretían de sobremanera lo oscuro de su color.

Quería saber cómo se vería sin el antifaz, juraba que era sexy, maldita y lujuriosamente sexy.

—¿C-Cambiar mi castigo?-— Preguntó mientras sentía el tacto de sus calientes manos sobre su cuello, tardando en descifrar que desabotonaba su camisa, botón por botón.

Tragó grueso y elevó su mirada en cuanto el chico se alejó al finalizar, recién notando que Bunnie tenía una vez más su bata de seda negra y su ropa interior.

Respiró hondo al notar que a diferencia de él, su propio pecho estaba expuesto para quien conocía como Bunnie, ardiente y sexy.

—Diez azotes, tres rondas.— Ladeó su cabeza en cuanto Taehyung quedó sin habla.
—Levántate.

No despegó su mirada de él, su necesidad yendo en aumento.

Azotes... con sus hermosas manos... sobre su jodido culo sensible...

Amaba que lo azotaran, podía llorar de la felicidad en estos momentos.

Era un masoquista, no se sorprendan.

Reunió toda la fuerza e intentó levantarse aún con sus piernas temblorosas, pero las esposas quedaban incómodas al tener sus brazos fuertemente cerrados al respaldar de la silla.

No podía hacerlo, no por su propia cuenta.

Miró avergonzado al chico y pidió una ayuda silenciosa, no la recibió.

—Sigues desobedeciendo ¿no?—Su tono era tan bajo que Taehyung por poco lo escuchó, sus piernas fallaron y volvió a sentarse.
—Dije que te levantes.

—Lo inten... intento pero...— Jadeó al esfuerzo que estaba haciendo por deslizar las esposas en la madera del respaldar, sus piernas llevándose todo el trabajo, la cercanía del chico tampoco ayudaba.

De un pronto a otro sintió la tersa piel del pecho contrario posarse en su mejilla cuando se inclinó y su bata se abrió, su piel haciendo presión en el rostro de Taehyung mientras se flexionaba y tomaba las manos detrás de la silla para levantar sus muñecas.

El contacto quemó en su rostro, obligó a no voltear su boca y empezar a lamer su pecho, el olor transpirable en su piel casi lo distrae de cumplir su meta.

El chico ya lo había perdonado varias veces, una vez más y se arriesgaría dejarlo con su pene dolorido toda la noche.

Lo volteó rápidamente una vez sacó sus manos del respaldar y tomó asiento en la silla donde antes estaba el pelinegro, apuntando sus muslos desnudos.

—Ven aquí.— Ordenó.

Todos los vellos de Taehyung se erizaron a la petición y se acercó a la derecha de la silla, arrodillándose antes de deslizar su pecho desnudo sobre los muslos de Bunnie.

Jungkook tomó su cintura y lo acomodó, notando cuando los pezones de Taehyung se endurecieron por el roce contra sus piernas. Sonrió y extendió la camisa desabotonada del chico arriba de su espalda.

Siendo sincero y por gusto propio, quería rasgar su camisa y quitarla del medio, pero no podía hacerlo, Jungkook suspiró en cuanto el chico se removió desesperado por empezar, sabiendo claramente que llegaba a rozar su entrepierna con el costado de su cadera, tentandolo.

—Agregaré más azotes si sigues.— Advirtió hacia el chico, Taehyung mordió sus labios.

—Me encantaría.— Jadeó gustoso cuando sintió las grandes manos de Jungkook tocar su trasero sobre su pantalón, apretando su carne.
—Por favor hazlo.

—No sabes lo que estás pidiendo.— Subió su mano al inicio de su pantalón, sintiendo el ritmo del pecho contrario aumentar, su cuerpo más caliente.

Tiró del pantalón junto a su ropa interior hasta la mitad sus muslos, exponiendo su hermoso, apetecible y redondo culo. Exhaló y pasó una mano sobre sus nalgas, viendo su perfecta forma.

—Yo lo sé, y lo quiero.— Su pene rozó el muslo derecho de Jungkook y se arqueó, jadeando por lo dolorido y sensible que estaba, empezando a temblar por la sensación de las manos sobre sus nalgas.
—Joder que si lo quiero, empieza ya.

Jungkook notó la húmeda punta rozando su muslo, los temblores de su cuerpo, la respiración acelerada. Sabía que si daba el primer azote posiblemente se vendría, estaba al borde.

Por lo cual y sumado al castigo, agarró la corbata que anteriormente era de Taehyung y extendió sus piernas, tomando el pene del mayor y haciendo un nudo en su base con la corbata, imposibilitando que se viniera por su cuenta.

Taehyung abrió sus ojos en sorpresa y sintió el nudo apretarse en su pene, soltando un quejido en oposición.

—Bunnie-

Jungkook lo calló de inmediato al primer azote con su mano, el impacto sacándole un gemido lo más cercano a un grito, su cuerpo se tensó y la corbata cortó su orgasmo.

—Tienes que aprender a obedecerme.— Pasó sus dedos sobre la piel recién azotada, el rojo en su piel morena haciéndola más deliciosa para él.
—Ve contando.

Taehyung no tuvo tiempo para pensar, de repente su culo volvió a ser azotado sin compasión alguna, las lágrimas empezaron a acumularse y removió entre gemidos.

—¡Ah! ¡Ah! ¡Bunnie!— Gritó mientras apretaba sus ojos, el sudor empezando a resbalar de su cuello al igual que en su espalda.
—¡Mierda si! Ah.— Respiró entre temblores cuando al parecer la primera ronda había finalizado, sentía líquido pre-seminal resbalar de la punta.

Bendito Cristo, esto era muy bueno.

Mientras tanto Jungkook respiraba para intentar calmarse, porque Taehyung lo tenía encantado de sobre manera. Su actitud en general era sumamente hipnótica y atractiva.

No era cualquier tipo de sumiso, era uno descarado. No le importaba su orgullo con tal de conseguir lo que quería.

Eso... era demasiado caliente para él.

Pasó su pulgar sobre la hendidura de sus nalgas a modo de consuelo, notando cuando Taehyung inclinó su trasero para exponerse y dejarlo tocar más a profundidad. Gruñó bajo y llegó al anillo de nervios, sintiendo las piernas del chico empezar a temblar cuando lo acarició levemente.

—No te escuché contar.— Taehyung se tensó al escucharlo, recordando recién su orden.
—Usaré el látigo a como sigas así.

Taehyung asintió frenético, porque decididamente, no le gustaba el látigo.

Había personas que prefieran el látigo o las fustas, pero a él no. Taehyung prefería sentir la cálida mano impactar en su culo para después ser acariciado. Pero el látigo era diferente, cortaba la piel, y no le gustaba los cortes.

—Empieza.

Rápido, fuerte y continuo, sentía la mano del chico impactar cada vez más fuerte, su piel quemando en cuanto contaba el número 8 en un grito seguido de un sollozo, quedarían hematomas, estaba seguro.

—Nu-Nueve...— Otro azote y apretó sus manos, sus uñas enterrandose en su palma formando medias lunas, la respiración irregular.
—¡Diez!— Gritó con voz aguda, empezando a derramar lágrimas calientes sobre sus mejillas.

Dejó caer su cabeza y cerró sus ojos entre jadeos, todo su cuerpo temblaba de sobremanera al tensar tanto sus músculos, mismos se fueron relajando cuando las manos de Jungkook subieron hasta su espalda y a los costados de su cintura, apretando con sus dedos hasta formar líneas rojas en su piel.

—Vas bien bonito, aguanta un poco más.— El elogio hizo que Taehyung gimiera bajo en aceptación, tragando la saliva que comenzaba a derramar al respirar por su boca.
—Faltan dos rondas.

No podría sentarse mañana.

—¡Tres!...¡Ah! Mgh...cuatro...— Empujó sus caderas hacia delante tratando de rozar su dolorido pene con el muslo de Jungkook, buscando el alivio que la corbata claramente, no le iba a permitir.
—¡Cinco! Oh Dios ¡Ah!

Jungkook sintió la humedad de su punta rozar con su muslo, levantó una ceja con su respiración agitada y llevó su mano izquierda a los testículos del otro, apretó en advertencia.

—No tienes permitido complacerte.

Taehyung se removió desesperado y empezó a balbucear, perdiendo la cuenta de los azotes que impactaban en su dolorido trasero, su vista se empañó por sus lágrimas y luego de unos segundos, pudo volver a respirar.

Se había detenido.

Tomó aire que la posición le robaba y levantó su cabeza, podía sentir su cara emanar calor, los poros parecían hogueras y su transpiración lo tenía apenas con el oxígeno necesario, las lágrimas de habían combinado con el sudor de su cuello.

Y no supo cuando, los dedos de Bunnie se escabulleron entre sus nalgas, estaban húmedos en saliva y sin duda, calientes. Taehyung intentó abrir sus piernas para permitir que ingresaran, pero el pantalón en sus muslos no se lo permitió y además, sus piernas no parecían reaccionar, estaba débil y apenas podía respirar apropiadamente. No los ingresó, sólo los movía en círculos que tenían a Taehyung llorando por lo sensible que se sentía.

En su vida había recibido un castigo como este, y si lo recibió, dudaba que fuera tan cruel.

Cruel, porque estaba jugando con su límite de cordura.

—Seguramente se siente bien.— Arrastró el dedo índice y central sobre su entrada, yendo hacia su ingle y volviendo a subir, podía sentir las palpitaciones de sus nervios, mordió su labio a la imagen.
—En tu estado actual podrías venirte solo usando mi voz.— Taehyung sintió su vientre cosquillear y sacudió sus piernas de manera inconsciente, Jungkook confirmó sus palabras.
—Tan sensible y vulnerable.— Burló.

—Pa-Para y foll- follame por favor.— Rogó débilmente, sus entrañas quemando en un orgasmo retenido.
—Y-Ya n-no aguan...t-to...— Volteó su cabeza lo mejor que su situación le permitía, viendo el antifaz de Bunnie.
—Para y-ya.

Jungkook tragó saliva y alejó la mano de su entrada mientras lo observaba. Era hermoso verlo rogar, verlo tan... tan destrozado. Quería más de eso.

¿Hasta donde podía llegar su cordura?

Sonrió ladino y contestó.

—Falta una ronda, bebé.

Taehyung sólo pudo procesar media oración en cuanto volvió a gritar, la mano de Bunnie volviendo a sus nalgas de una manera frenética y salvaje en azotes que no tenían una pizca de misericordia, la piel le quemaba y él estaba llorando, soltando gemidos que posiblemente lo dejarían sin garganta por varios días.

Todo parecía dar vueltas, su sangre pareció acumularse en su trasero y cabeza que dada la gravedad, se iba en esa dirección. Empezaba a dolerle, los hormigueos aparecieron en sus piernas, sus pestañas adornadas de lágrimas volvieron a gotear en cuanto por fin había terminado.

—Terminaste Kim.— Echó su cabello hacia atrás, su palma derecha hormigueaba por los azotes, la movió un poco y volvió su vista a Taehyung, quién no respondía.
—¿Puedes levantarte?

—N-No...— Soltó un sollozo pequeño y tragó, sintiendo su cintura ser tomada por las manos de Bunnie.
—No puedo.

Jungkook tomó los pantalones que quedaron a mitad de sus muslos y los bajó por completo, sólo dejándolo en la camisa abierta que exponía su piel llena de sudor y sonrosada, lo ayudó a erguirse.

Sus ojos se deleitaron con la imagen de Taehyung de pie frente a él, quién tenía sus ojos llorosos, manos esposadas y labios lastimados.

Él también quería lastimar sus labios.

Lo atrajo de su brazo y lo situó en su regazo, esta vez a horcadas. Acarició su espalda mientras tomaba la llave de su bata, sacando las esposas de sus muñecas, marcando el fin del castigo.

Taehyung, más por su estado débil y excitación que razón coherente, extendió sus brazos y abrazó a Jungkook por su cuello, sin dejar de llorar.

—Ya pasó.— Jungkook activó su parte protectora al verlo tan frágil, besó su cabeza y pasó sus manos sobre sus muslos, viendo el rojo de sus azotes alrededor de su cadera.
—Fuiste tan bueno bebé, muy bueno.

Elogios, los elogios eran parte del trato que tenía un dominante sobre el sumiso después de los castigos, ya que comúnmente, el estado emocional de quién recibía la reprimenda daba un bajón, sintiéndose más sensible a las emociones ya que no recibió lo que quería.

Se sentían tristes, algunas veces, resentidos.

Pero este no era el caso que permitiría Jungkook con Taehyung, ya que no estaban emocionalmente ligados, esto era un rol de teatro que poco tenía que ver en la realidad de su relación como desconocidos.

Así que por ese motivo y habiendo cumplido la fase 3, Jungkook siguió su actuación.

—Un chico tan bueno merece un premio, ¿no crees?— Subió sus finas manos por su pecho hasta ahuecarlas en su estrecha y acanelada cintura, sintiendo el calor del cuerpo temblante.

Taehyung se alejó de su hombro para mirarlo frente a frente, sus palabras encendiendo incluso más su deseo sexual.

—Lo creo.— Su respiración vaciló en cuanto chocó sus ojos con Bunnie, el efecto de su mirada lo tenía con un ardor en su vientre, la llama adquiriendo fuerza.

La complicidad en la mirada de Jungkook se sostuvo mientras descendía sus manos sobre su pecho, llegando al nudo de corbata que se mantuvo como parte del castigo, sus dedos acariciaron su falo antes de des-atarlo, ladeando su cabeza para acercarse al cuello de Taehyung, moviendo su nariz por la sensible zona.

—Rogabas por mí de una manera tan hermosa.— Su cálido aliento chocó con su piel y Taehyung ladeó su cabeza en respuesta, complacido en cuanto la corbata se deslizó entre sus piernas, su erección libre.
—Me tientas de una manera que pocos han logrado Kim...— Retrocedió de su cuello y volvió a su rostro, sintiendo el calor de su aliento a centímetros de su labios, Taehyung bajó su vista a los propios.

Oh Dios, la belleza de sus labios, Taehyung estaba hipnotizado por la forma en que se movían al hablar, su color rosa lo hacían más tentadores, y su sonrisa al notar sus pensamientos le hizo volver a mirarlo a los ojos, sintiéndose expuesto.

—¿Distraído?— Preguntó coqueto, viendo a Taehyung lamer sus labios.

No lo sabía pero, ¿caliente?

Decididamente sí.

—Pensando en mi premio.

Jungkook volvió a bajar sus manos a los muslos que parecían temblar a su alrededor, las palabras del chico sacando una sonrisa ladina.

—¿Qué premio tienes pensado?

—Tus labios es una buena opción para empezar.— Lamió los propios en anticipación, sintiendo las manos contrarias recorrer sus piernas, cintura y llegar a su pecho, deteniendo los pulgares a milímetros de sus pezones.
—Lo demás ya lo sabes.

Lo sabía, Jungkook tenía claro después de infinidades de oraciones rogando que lo follara, sabía cuan sensible se sentía en estos momentos, y la idea de empezar una vez por todas lo tenía inquieto.

Su atractivo físico lo tenía inquieto, poseía las pestañas húmedas por las lágrimas recientes, sus ojos con ardiente deseo de empezar a sentirlo. Había un rastro de lágrimas sobre sus rosadas mejillas producto de sus manos impactando en su hermoso trasero, y sus labios estaban lo más allegado al fucsia, malditamente tentadores, tanto, como para seguirse resistiendo.

El pelirrojo ladeó su cabeza y se acercó a su boca, sacando su lengua y lamiendo los labios contrarios para tentarlo por más, y después, permitiéndose la entrada que hizo a Taehyung gemir desde su garganta, empezando a seguir el lento, pero delicioso beso.

Abrió más su boca, permitiendo a Jungkook jugar con su lengua entre succiones que lo tenían temblando en su regazo, aferrándose a su bata que empezaba a ser molesta, y si no fuera por lo sumido y débil que estaba por el beso, quitaría su bata del medio.

Había chasquidos de sus labios en el ambiente, la saliva que comenzaba a resbalar de su barbilla y los gruñidos de Jungkook tenían a su cuerpo ardiendo, sudando e impaciente.

Siquiera podía gemir bien, la boca de Jungkook era experta en tragar todo lo que poseía, empezaba a restregarse en su regazo, queriendo recordarle su estado.

Pero al parecer no necesito mucho, ya que a los pocos segundos Jungkook lo tomó de sus muslos y lo alzó de su lugar, llevándolo a la cama al empezar a sentirse más desesperado.

Taehyung gimió en sorpresa y se aferró a su cuello, cerrando sus piernas alrededor de su cadera sin dejar de recibir sus húmedos y deliciosos besos, sintiendo en su espalda la cómoda cama que sería testigo de su caliente noche.

Jungkook separó sus piernas luego de acariciarlas y se alejó de su boca, encontrando su camino de nuevo a su cuello y lamiendo el sudor que creó su agitado estado. Movió su lengua hasta su oreja y susurró.

—Voy a saborear cada parte de tí, Kim.

Su respiración se retuvo un momento al escucharlo, jadeó en aceptación. Lo quería en todo su cuerpo, deseaba empezar de una vez, pero una vez más, quedó extrañado en cuanto Jungkook se alejó con una mordida de labios, saliendo de la cama y yendo hacia el armario.

—¿Qué-

Oh, oh mierda.

Conocía ese aparato negro que sacó de las gavetas, su forma curva y los botones de encendido junto las velocidades, apretó sus piernas en anticipación, era un vibrador de próstata.

Jungkook notó su reacción y sonrió, tomando el lubricante en botella, condones y para acelerar su corazón, quitar su bata con una expresión muy, muy sexy.

¿Cómo mierda lograba verse tan sexy con un antifaz de conejo? aún no podía comprender.

Era tan bueno en todo sentido, sus besos dictaban experiencia, su cuerpo y comportamiento, todo en él. Era su sueño hecho persona.

—Dije que te daría un premio.— Dejó los condones en la mesa de noche y volvió a colocarse entre sus piernas con el lubricante y vibrador, viendo las curvas de sus nalgas aún rojas por los azotes.
—Así lo haré Kim.

Taehyung asintió con felicidad y jadeos, ansiando ser preparado con sus dedos. Jungkook se inclinó hacia delante, tomando su brazo para incorporarlo en la cama. Lo que Taehyung no se esperó fue recibir un beso mientras Bunnie quitaba su camisa, separándose con un gruñido.

—Tu ropa estorba.— Habló con molestia, queriendo ver su cuerpo desnudo.

—Hazlo también.— Alzó su mano y tomó el elástico de los bóxer de Jungkook.
—Tu bóxer estorba.

Bunnie se alejó con una sonrisa y tomó sus propios bóxer entre sus dedos para bajarlos, dejando una vez más a la vista su hermoso y apetecible miembro que hacía a Taehyung babear por la idea de chuparlo, realmente lo quería en su boca una vez más, sentir su verdadero sabor y textura, sin un condón de sabor.

—Acuéstate.

Acató la orden rápido y receptivo por empezar, viendo a Jungkook abrir la botella de lubricante, dejando el líquido empapar sus hermosos dedos para luego extender sus piernas. Sus ojos vieron la deliciosa entrada que rozó con sus dedos al azotarlo, encima, el pene de Taehyung completamente erecto y con gotas de semen bordeando la punta.

Acercó sus dedos y empezó a masajear el anillo de músculos, viendo sus contracciones en anticipación, sonrió complacido. Guió el dedo medio y lo empujó, las paredes calientes apretando su falange de manera inmediata, lo empujó más y Taehyung gimió al sentirlo curvarse exactamente en su próstata, sorprendido por la facilidad con la cual Jungkook encontró su punto sensible.

—J-Justo ¡ah! ahí.— Sintió una mordida en sus muslos y guío su vista hacia abajo, la boca del chico dejando marcas en sus piernas, seguido de lamidas y su dedo medio sin dejar de trabajar, su vientre se contrajo en cuanto vio sus dientes hundirse en su piel, su filia haciéndole calentarse más.
—Otro Bunnie, quiero otro...

Jungkook soltó su piel en una succión y lamió sus labios, subiendo sus ojos hacia el chico que parecía controlarse por empezar a rogar. Pero Jungkook no quería que se controlase, quería oírlo decir esa palabra de sus hermosos labios. Esbozó una sonrisa y dió un empujón en su próstata.

—¿Quieres?— Llevó el índice su entrada, sin introducirlo aún, simplemente tanteando para la desesperación de Taehyung.
—¿Cuánto lo quieres?

—Mucho.— Alzó sus caderas y se empujó en su dedo del medio, Jungkook dio una palmada a sus muslos.
—Bunnie...— Miró a Jungkook con desesperación, hasta que por la espera y detenimiento de su dedo, Taehyung comprendió lo que quería y sonrió.
—Por favor.

Complacido, Jungkook abrió paso al segundo dedo, empezando a trabajar en su entrada de la mejor forma que Taehyung haya recordado con otras manos, curva sus dedos en el punto exacto sacándole altos gemidos, volvía a sacarlos, jugaba con sus muslos y volvía a introducir, lo estaba follando con sus dedos, era magnifico.

Pronto agregó un tercero, y Taehyung agarró las sábanas con sus dedos por como estaba siendo estimulado. Su boca soltando maldiciones e intentó cerrar sus piernas algunas veces, mismas volvían a ser abiertas por Jungkook junto un azote a sus muslos, teniéndolo en la posición que él mandaba.

—Quieto, aún no termino.— Agarró el vibrador de próstata y sacó los dedos que tenía en Taehyung, oyendo las quejas entre gemidos que dictó por haberlos sacado.

Taehyung miró al chico empezar a verter lubricante en el vibrador, sus piernas temblaron más al anticiparlo, mordiendo sus labios al sentir la punta del objeto empezar a entrar en él.

Siquiera dio tiempo para decirle que empezase cuando Jungkook encendió la velocidad media y echó su cabeza hacia atrás, empezando a retorcerse por la estimulación de las vibraciones, agarrando la almohada detrás de él, las sábanas, su boca... sus manos estaban inquietas al igual que su piernas, no sabía cómo reaccionar a tanto placer.

—¡Oh joder, joder, mierda! ¡Ah!

Jungkook escuchó sus maldiciones y se abrió paso entre sus piernas aún con su mano en el aparato, deteniéndose a centímetros de su rostro para ver sus ojos cerrados. Con su mano libre azotó su sensible trasero y le hizo gritar, aprovecho el momento para acercar su boca y besarlo, acallando sus maldiciones de al parecer, su sucia boca.

—¿Te gusta tu premio, bonito?

Estaba jugando con su estado. Taehyung asintió y lo observó de cerca, sus ojos parecían consumirse a su imagen y eso le hizo morder sus labios, había un pensamiento rondando en su mente pero no quería decirlo en voz alta, al menos no en este momento.

Y tenía que ver con su antifaz.

—Me gus-gustaría más... — Acercó sus manos a sus brazos y apretó sus músculos, subiendo sus ojos hacia los de Bunnie mientras jadeaba.
—Si ¡Ah! A-Aumentarás la ve-velocid-dad.

Y sin decir nada, Jungkook lo volteó de posición, metiendo una almohada entre su abdomen y la cama para levantar su trasero expuesto. Taehyung jadeó en sorpresa, mismo se convirtió en un grito cuando Jungkook encendió la velocidad máxima. Inmediatamente ocultó su rostro en la almohada, su sensible pene rozaba la almohada en su vientre mientras se sacudía por la fuerza de las vibraciones, empezaba a gimotear como si estuviera en celo.

Y si lo estaba diablos, Jungkook sacaba todo su líbido de una manera que pocos habían logrado.

Cerró sus ojos, dejándose llevar por la cantidad de sensaciones que estaba experimentando. Entre sus gimoteos y palabras sin sentido sintió algo húmedo pasar por su nalga derecha, elevó su rostro y volteó lo que la posición le permitía, dándose cuenta que era la lengua de Jungkook acariciando su azotada piel, el contacto sobre su caliente cuerpo lo dejó con una parte fría al sentirlo separarse.

—Bunnie yo... yo ¡Ah! M-Me vo-voy a ¡Ah! ¡Mgh!— Jungkook entendió el mensaje y lo vió volver a enterrar su rostro en la almohada, incapaz de hablar.

Pronto todo se nubló y se acumuló a un punto que no podía más, el orgasmo estaba demasiado cerca y venía con potencia, sólo se necesitó una palabra de esos bonitos labios para hacerlo desbordarse.

—Hazlo.

Taehyung enterró su agudo gemido en la almohada mientras sentía los espasmos cegar su visión, su semilla manchó la almohada debajo suyo en la fuerza del ansiado clímax. Sintió el aparato salir de él más rápido de lo que hubiera querido debido a que aún no se recomponía, su garganta estaba seca y tragó saliva, estaba sudando, los temblores de su piernas siquiera habían cesado.

Jungkook tomó su brazo y lo volteó en la cama una vez más, quedando con su espalda en las sábanas, notó que Taehyung estaba hecho una masa flexible en la cama.

Pero una masa caliente.

La excitación del pelinegro bajó en lo más mínimo, estaba necesitando el pene del conejo sexy para estar completamente satisfecho, necesitaba ese apetecible hombre dentro suyo, todo de él, su olor, sus ojos mientras lo embestía, lo follaría muy bien, estaba seguro.

—¿Satisfecho?— Miró al chico negar entre jadeos, arqueó una ceja y pasó una mano sobre su mentón.
—¿No?

—No... Bunnie.— Bajó su mano por el abdomen del mencionado, acariciando su piel hasta llegar a su pene, notando lo duro que estaba, tragó saliva y apretó.
—No hasta que esto esté dentro mío.

Podría venirse con miles de mierdas y él seguiría insatisfecho, porque lo necesitaba a él, a este hombre de máscara con voz digna de poder hacer llamadas porno, con esos ojos oscuros y penetrantes, con cuerpo esculpido y piel lechosa, a la habilidad de sus manos para recorrer su cuerpo, a la fuerza de su actitud para hacerlo rogar.

Lo quería, y esta vez sí estaba seguro, lo quería más de dos veces.

Jungkook tomó una respiración temblorosa al sentirlo masturbar su -por cierto- doloroso pene, y tomó su muñeca, dándole un golpe para recordar quién mandaba. Taehyung alejó su mano e hizo un mohin.

—Bien...— Se irguió y miró los condones en la mesita de noche, Taehyung lo observó tomar uno y rasgarlo, colocando el plástico en su pene mientras le daba una mirada decididamente sexy a su dirección.
—Seguiremos con tu premio, bonito.

Todo en él pareció encenderse, su calentura volviendo más rápido de lo que haya recordado alguna vez.

Contuvo la respiración cuando Jungkook acarició su entrada con su miembro, tentándolo con falsas estocadas que lo tenían quejándose con débiles jadeos. Llegó un punto donde el de cabellos negros no aguantó más, aprovechó que Jungkook tenía el glande levemente introducido y levantó sus caderas, empalándose en su pene con un jadeo gustoso.

Jungkook gruñó y terminó de introducirse hasta tener dentro todo su miembro, las paredes de Taehyung se sentían calientes y húmedas, apretándolo deliciosamente.

Echó su cabeza hacia atrás mientras acariciaba los muslos temblantes del pelinegro, quién estaba con su expresión apretada debido al tamaño de su miembro, era nuevo para él esté tamaño, y si tuviera falofilia, este sería su más grande sueño y anhelo.

No podía mentir que no le gustaban grandes, pero hubieron experiencias pasadas que descartaron su gusto por los de gran tamaño, asumiendo que era más el dolor que producían que el placer que entregaban.

Tal vez eso estaba a punto de cambiar.

El primer movimiento lo tuvo de manera lenta, Bunnie retiró su miembro aún sin sacar la punta y volvió a hundirse lentamente, complacido con la manera en que Taehyung lo recibió, abriendo sus piernas y agarrando los brazos que estaban a cada lado de su pecho. Taehyung subió lentamente sus manos hasta llegar a su nuca y bajando su cabeza, chocando sus labios mientras seguían el ritmo lento del sexo.

Mordió sus labios, recibiendo el mismo trato por su parte y comenzó a masajear sus brazos. Le encantaban, eran con el músculo necesario para darle fuertemente en su trasero, mismo estaba sensible cada que Bunnie chocaba sus muslos en sus nalgas.

—M-Más rápido.— Abrió su boca y lamió su mentón, sintiendo el jadeo de Bunnie en sus entrañas.
—No te contengas, jódeme duro.

Los movimientos de su cadera adquirieron fuerza al escuchar a Taehyung, quién sonrió complacido y agarró las sábanas con sus dedos, empezando a recibir cada uno de sus duros movimientos.

Este chico era diferente, sabía moverse y dónde presionar para hacerlo gemir, Taehyung estuvo tanto tiempo fantaseando por encontrar un chico así, era muy bueno.

—¡Justo así! ¡Ah! ¡Bunnie! ¡Mgh!— Jadeó y mordió sus labios por la imagen del chico sobre él, empezaba a convertirse en su más preciada fantasía.

Jungkook sonrió coqueto entre jadeos y agarró su pierna izquierda, llevándola a su hombro y cambiando el ángulo de sus estocadas, follandolo como Taehyung había anhelado toda su maldita vida.

—Siempre puede ser mejor.— Llevó su cabello hacia atrás y lamió sus labios, empezando con las fuertes estocadas.

Jodida mierda.

Taehyung volteó su rostro hacia la izquierda e intentó ocultar sus agudos gemidos en la almohada, pero Jungkook al verlo lo azotó, impidiendo contener sus hermosos labios a gritar por él.

Era bueno, estaba disfrutando joder su trasero de una manera ruda y salvaje. Jungkook amaba tener el control, demostrar su fuerza, hacerle gritar y volverlo loco, quería más, eran pocas las veces donde disfrutaba a este punto. Taehyung se sentía de la misma forma. Estaba cegado en lujuria al verlo, al ver su cuerpo encima de él, al ver sus ojos, al gemir por más, al sentirlo volver a entrar y salir.

Tal vez por eso siquiera reaccionó cuando Jungkook metió las manos entre su espalda y la cama, levantando su caliente cuerpo y haciéndole sentarse en su regazo, enterrándose incluso más profundo.

—¿Te gusta que demuestre mi fuerza, no?— Susurró en sus labios y guío su boca al cuello del pelinegro, tomando su culo entre sus manos y haciéndole subir de su falo, Taehyung gimió en respuesta.

—Si... Ah, Bunnie...

Con su respuesta afirmativa sacó su boca de su cuello y lo tomó de los muslos, haciéndole engancharse alrededor de su cadera mientras se levantaba de la cama.

Taehyung quedó confundido por lo que iba a hacer, hasta que sintió su espalda chocar con la pared cerca del tocador del cuarto. Los ojos hambrientos de Jungkook se mantuvieron mientras tomaba su culo entre sus manos, embistiendo con la fuerza para sacar un agudo gemido y aferrarse a sus hombros.

Oh Dios, lo estaba tomando con la fuerza de su cuerpo, en sus brazos como si pesara una pluma y jodiendolo contra la pared, iba a llorar de la excitación.

Era muy bueno, era tan bueno, jodidos quince mil dólares, fue su mejor inversión.

Todo lo que podía procesar ese momento era el sonido de sus pieles chocando, sentía la humedad de su entrada, el lubricante resbalaba por sus muslos y su pene rozaba entre sus vientres.

Estaba encantado, la manera en que lo embestía era perfecta, estaba jodidamente sensible mientras su boca era atacada por la de su jodido hombre ideal, sin habla alguna por sus acciones.

No sabía si jadeaba, gemía o gritaba, sólo lo sentía ingresar una y otra vez, sus oídos captaban ligeramente las maldiciones que llegaba a sacar por ser tomado de esta forma.

—¡Más! ¡Oh jodido Dios!— Gritó y aferró sus uñas a sus hombros.

A la mierda su cordura, a la mierda su vocabulario, esto era lo que él deseó toda su vida, las jodidas estrellas que leyó alguna vez en una novela erótica, esto era lo que él tanto buscó, y era increíble, tan bueno, tan perfecto.

Jungkook rió bajo y volvió a empujarlo contra la pared, los muslos de Taehyung estaban resbaladizos debido al sudor y su agarre en ellos fallaba pero valía el esfuerzo por escucharlo así, era un punto a su orgullo como dominante, como hombre, y como chico de 23 años que deseaba disfrutar al menos una vez este jodido trabajo.

Era la lotería para él de igual forma.

—¿Quieres más bebé?— Acercó su boca a su oreja y chupó su lóbulo, Taehyung se removió por la cantidad de sensaciones mientras era jodido por todos los aspectos.

Su boca, su oído con su grave y ronca voz, su entrada que lo recibía con humedad y calor, sus brazos y piernas, su vientre quemando. Todo.

—¡Por favor!— Trató de enfocar con sus ojos brillantes en lágrimas, viendo los ojos calientes de Bunnie.
—¡Más!

Jungkook gruñó y tiró al suelo todos objetos que decoraban el tocador con violencia, movilizando a Taehyung desde la pared hasta dejarlo sobre el tocador. El chico se recostó en la madera y vió a Jungkook agarrar sus dos piernas, la posición siendo más fácil para él, volviendo a hundirse con mayor rudeza en Taehyung.

Echó su cabeza hacia atrás, su garganta quedó sin habla mientras sentía a Jungkook tomarlo nuevamente. Escuchaba el mojado sonido de la piel impactando en su culo más que sensible, sentía el esfuerzo de su abdomen por la posición y sus manos sin saber donde aferrarse.

Jungkook colocó ambas piernas en sus hombros y se hizo hacia adelante, inclinándose y empezando a jugar con los pezones del pelinegro en sus húmedos dedos, vió las lágrimas empezar a deslizarse por sus suaves pómulos. Él no tenía una filia por las lágrimas, pero empezaba a verle el gusto a hacer llorar a la otra persona por la cantidad de excitacion, se veía hermoso.

—¿Está bien así bebé? ¿es bueno para ti?— Preguntó mientras suavizaba sus estocadas, rodando sus caderas para darle la oportunidad de hablar algo coherente.

Taehyung asintió con su cara completamente roja, las lágrimas no paraban de salir, los dedos de Jungkook jugaban con sus pezones y a como siga así, se iba a venir aún sin ser tocado.

—J-Joder que sí.— Inhaló el aire espeso de su alrededor, viendo a Bunnie lamer sus labios.
—Por favor si-sigue...

Dicho y hecho, Bunnie volvió a subir la velocidad de sus movimientos, el tocador chocaba contra la pared y Taehyung gimió más alto a su rudeza, en este momento agradecía haber reservado esta habitación, la posibilidad de hacerlo en cada rincón lo tenía mareado. Siquiera procesó cuando Jungkook volvió a tomarlo entre sus brazos y lo impactó contra el colchón de la cama, su brazo fue jalado para cambiar su posición y cuando se dió cuenta, se encontraba en cuatro.

—Me encantas.— Jungkook azotó su trasero un par de veces antes de volver a hundirse en él con un jadeo que hizo a Taehyung contraer su abdomen, estaba tan caliente.
—Te follaría en cada lugar de esta habitación, ¿eso te gustaría?

Taehyung asintió y volvió a sentir el duro y caliente pene joderlo. Sus brazos perdieron fuerza conforme recibía otra estocada, quedó con sus manos agarrando las sábanas y su rostro enterrado en ellas, mordiendo con necesidad las blancas sábanas que empezaban a mancharse por su saliva, todo era tan bueno.

Empezó a perder el aliento en cuanto sintió la mano de Bunnie entre sus piernas, tomando su pene y empezando a masturbarlo, se perdió.

—¡Así, así joder joder joder!— Sollozó en un gemido, sus lágrimas volviendo y gritó sin aliento.
— ¡Mierda! ¡Ah ah amh!— Buscó la mano de Jungkook y volteó su rostro.
—Azotame... azotame por favor...— Rogó débilmente.

Jungkook impactó su mano libre en su culo atacando la súplica, una y otra vez, dejando las marcas de sus manos en su piel y notando la forma en que la espalda de Taehyung se arqueó mientras gritaba cada vez más alto, al punto en que su orgasmo lo llevó al límite.

Siguió dando estocadas fuertes y llenas de lujuria, sintiendo los temblores que provocó en el cuerpo de Taehyung su rudeza seguido de los chorros de semen que empaparon su mano hasta llegar a las sábanas.

Su mismo orgasmo se aceleró al sentir las paredes contrarias dar espasmos y lo jodió con las últimas fuerzas que le quedaban hasta llegar con fuerza, llenando el condón con su semen que diferente a las otras veces, era en gran cantidad, saciando por su parte la calentura que había provocado Taehyung en su encuentro.

Pegó su pecho a la espalda del chico y jadeó en su oído, Taehyung gimió a la sobre-estimulación de las estocadas lentas. Las ondas de placer cegaron su visión al límite de ver puntos negros y blancos bailar en sus ojos. Se aferró a las sábanas y sus lágrimas siguieron junto a sus gimoteos, su cuerpo estaba tan débil y tembloroso, pero esto fue sin duda...

El mejor sexo de su vida.

16. Juni 2020 18:47 104 Bericht Einbetten Follow einer Story
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Anaisha Diaz Anaisha Diaz
Dios mío, es lo mejor que he leído. Que envidia😭😭😭😭😭😭😭😭
November 12, 2023, 22:23
DK Dannya KimJeon
También fue el mejor sexo de mi vida. 🥵Perra envidia!!😭
September 08, 2023, 01:26
LM Luz Moreno
Estoy modo perra envidiosa en estos momentos 😭. Nunca le había tenido tanta envidia a Tae
April 06, 2023, 05:16
Javi Gutierrez Javi Gutierrez
Amoamoamo
January 13, 2023, 06:45
Kris Dixel Kris Dixel
Wow 👏 excelente escritora
January 01, 2023, 22:09
Jeon Pao Jeon Pao
Wow! Encontré lo que tanto estaba buscando! Un dominante en toda la extensión de la palabra! Haces arte con actos impuros, tan maravillosamente ❤️❤️❤️
April 12, 2022, 08:55
KimJeon G KimJeon G
La mejor narración de sexo joderr amooooo👌👌 Lo que tanto buscaba al fin!!!
March 19, 2022, 23:10
K.Lady Red K.Lady Red
WUuUUJuuuu, a mí me gustan de esos.
February 22, 2022, 17:00
Kelly P Kelly P
Que es esto tan bendito que acabo de leer, que puta AMA para escribir sexo.. Diosssss!!!
December 22, 2021, 05:16
Lady OCU Lady OCU
Omg
December 12, 2021, 01:23
Jeon Leroy Jeon Leroy
PREGUNTA: ¿Te puedes calentar leyendo cualquier fanfic? La respuesta es NO. No cualquier escritor/a puede o tiene el don de hacerlo. Tu si lo tienes. Tus redacciones son lo máximo, he de confesar que a medida que leía quería más de este fic, tus obras son lo máximo, ¡te deseo mucha suerte! ✨
November 07, 2021, 16:05
nadie . nadie .
lo amee <3
October 28, 2021, 15:58
Tae bb💜 Tae bb💜
Dios mio, esto fue tan jodidamente encantador y sexy, amooooooo
October 23, 2021, 19:59
Cake 🍰 Cake 🍰
El mejor sexo que he leído en mi vida, nunca creí que el de «Dominado» pasaría a segundo lugar.
October 07, 2021, 12:48
Mika Malfoy Mika Malfoy
Omg, es lo mejor que he leído en mi vida, creeme que me identificó con Tae, como podría encontrar a alguien que me complazca de esa manera? Ufbeiqks no encuentro una manera de decir lo mucho que me complació esto, gracias <33
September 24, 2021, 21:07
Alexandra Rios Alexandra Rios
DIOS SANTO! Vine buscando cobre y encontre oro!, que digo oro… ENCONTRE DIAMANTES, ESMERALDAS Y PEDAZOS DE GEODAS PRECIOSAS!
September 18, 2021, 00:22
Danitza Ayacady Danitza Ayacady
Ame demasiado este relato 🛐
August 31, 2021, 17:33
Lunadi Lunadi
Esto es simplemente delicioso para mis ojos 🤤🤤🤤🤤🤤
August 16, 2021, 19:00
ann loves scara ann loves scara
madre santa... amé
August 15, 2021, 21:51
Poulette Alvarez Poulette Alvarez
Me fascinooooo 🙃🙃🙂🙂🙂🤪🤪
August 15, 2021, 04:34
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