A guerra derrubou Kaaerin e deixou o caminho livre para Hakon dominar três dos seus cinco reinos. Teve Paimé, o rei árvore que o deteve por certo tempo, mas depois que Hakon conseguiu o conhecimento das runas antigas para criar os generais de ferro, nada o deteve senão sua vontade. 

Los planes de LordBlack de dominar la mente de la humanidad se habían truncados al recibir una buena lección del grupo de mercenarios que el rey mandó para su captura. Por suerte para él aún tenía un plan B. Los héroes solo conocían sus planes de dominar el mundo, aunque éstos no fueran más que una venganza personal, lo que no sabían era que su empresa ya estaba destinada al fracaso ya que mediante un hechizo, una bola de fuego atrasaría el planeta para demostrar que NADIE se mete con LordBlack.

En los pueblos y ciudades del reino se comenzaba a hablar de una sombra que deambulaba por todas las calles buscando algo. La figura que observaba desde lo lejos no entendía cómo pudo pasar por alto la ciudad que tenía frente a sus ojos. Pero su misión era clara, adentrarse a la noche para buscar a su objetivo. Ya habían pasado dos años desde que comenzó la búsqueda, y aunque sabía que habían opciones de fracasar, debía explorar lo que ya habían explorado sus antecesores y tener fe.

El grupo de héroes, marcados en su infancia por el asesinato de sus familias, salieron de sus ciudades con idea de venganza. Cada uno se descrubio a si mismo y encontró su razón para luchar antes de reunirse en en la capital del reino donde les darían las pistas para localizar al malvado hombre que les arrebató todo. Tras su viaje lleno de peligros se enfrentaron al villano quien usando todo su poder casi logra la victoria pero los héroes ganaron y así salvaron el mundo de la destrucción.

La reina oyó a hurtadillas la conversación tras la puerta. No podía creer que sus consejeros tratasen de igual a los enemigos de la corona y estuvieran a favor de un golpe de estado para quitarla a ella, que había servido tantos años y había dado tanto tras la perdida del rey. Estaba claro que no podía confiar en nadie por lo que, sin demorarse, ordenó que desalojasen la sala del trono, preparó ella misma las barricadas y cargó su arco a espera de que los rebeldes entrasen para hacer arder todo.

Muchas veces busqué el significado de sus palabras cuando me decía "te amo" mientras veía disimuladamente por la ventana a alguien que no conocía. Hoy descubrí que esa persona misteriosa no era ningún desconocido para mi, era mi primo. Digo era, porque ya no vive, hoy duerme eternamente abrazado a mi amada, en una tina ensangrentada, sin manos. No quería que la volviera a tocar ni en el infierno en que se encontrarían.

Los dos caballeros citados en la plaza se dispusieron a batirse en duelo por el honor de la princesa tal y como ella les pidió en sendas cartas. Para hacerlo más honorifico, ambos fueron despojados de sus armaduras antes de la batalla. Momento en el que un par de flechas silbaron hasta encontrar sus corazones, disparadas por los únicos a quienes nadie juzgaría, sus propios escuderos, esos que vivian a la sombra de los que ganaban fama y dinero y a quienes odiaban desde el primer dia.

El príncipe juró que volvería en el aniversario de la muerte de los reyes, dejando el reino bajo custodia de su hermana menor y partiendo al este para comenzar su entrenamiento. Tras tres días de camino, por fin pudo llegar a la costa, pero su viaje ni siquiera había comenzado, ya que aún le quedaba una semana en barco y varios peligros más. ¿Seré capaz de vencer a ese caballero? La misma duda le recorría la mente a diario, y solo el tiempo le daría una respuesta clara.