Ansiedad Follow einem Blog

¿Por dónde se comienza?

Esto lo escribo por todas aquellas personas que en algún momento de nuestras vidas hemos sufrido algún tipo de ansiedad que no nos deja tranquilos, como terapia, como forma de expresar lo que una persona que padece de ello puede ser de ayuda y ser la voz de quienes les da miedo hacerlo.

Las personas que sufrimos ansiedad somos normales, somos personas que te rodean, a los que tú llamas amigos, amigas, tu novio, tu novia, tu hermano, tu hermana, etcétera, somos personas que por fuera nos vemos como cualquier otra, aquella que puede disfrutar de un helado, o que puede sentarse a la leer en una tarde o noche de cualquier día que se te ocurra pensar, estamos entre los que sueñan ser jefes en una empresa súper exitosa, o con ser grandes chefs, o abogados, escritores... Formamos parte de lo que llamamos sociedad y somos hacedores de tareas para que el mundo siempre funcione como "siempre" ha funcionado.

Sufrir de ansiedad es muy complicado. Aunque en mi experiencia, lo más complicado de la ansiedad fue darme cuenta de que sufro de ello. Para ello, quiero contar dos historias, una de hace muchos años y luego, personal.

Yo, hace muchos años, tenía un conocido que era una persona que le fascinaba dibujar, le encantaba dibujar cualquier cosa, aunque yo siempre creí que tenía un talento innato para los bocetos de rostros humanos y retratos. Yo me hice amigo de esta persona por medio de otro amigo, en una ocasión, se nos presentó la oportunidad de conocernos mediante un deporte, coincidimos en un ejercicio y esa persona me mencionaba que había llegado a aceptar a practicar dicho deporte porque nuestro amigo en común se lo pidió, porque él consideraba que era bueno que practicara cosas nuevas para salir de la rutina y conocerse más así mismo. Yo le comentaba que a mi siempre me ha encantado hacer actividades físicas y que no está demás conocer a personas nuevas que quieren intentarlo.

Luego de eso, comenzamos a ser cercanos, y a pasar tiempo de descanso de la práctica para hablar de las cosas que nos interesaban. Me di cuenta que era una persona un poco tímida, aunque cuando se encontraba en posición de comentar algo, lo hacía con mucha autoridad ya que conocía mucho de ello, a mi me gustaba escuchar lo que decía porque siempre me resultaba interesante, era rara la vez que las pláticas se tornaban banales (para alguien que le cuesta mucho interesarse en algo si no le llama la atención, se lo agradecía mucho).

Una vez, quedamos de acuerdo los tres en salir a caminar y luego pasar comiendo lo que se nos ocurriera, a mi me parecía una buena idea ya que salidas casuales no tenía en mayoría hace algunos años, y así mismo me acostumbraba a distraerme un poco de mi rutina de todos los días. Pues que ese día, al final, solo llegamos esa persona y yo, obviamente esperamos por casi dos horas a nuestro amigo; resultaba que se sentía mal de salud y por eso no se había presentado, al fin y al cabo, nos quedamos nosotros dos, y nos pusimos a hablar de muchas cosas: Relaciones sentimentales, metas que no se habían dado como nosotros queríamos y las que teníamos en mente cumplir en el futuro, y así... durante más o menos una hora y media. Luego, esa persona me dijo:

"Me dan miedo las personas".

Yo, sinceramente, considerando lo que había escuchado, no dudé en seguirle el tema: "¿Por qué te pasa eso?".

Continuó sin dudar:

"Yo siento que la gente se aburre de mi con facilidad ya que las cosas que me gustan son raras, por ejemplo, el otro día estaba con mi familia, estaban hablando acerca de qué era mejor, una pizza con solo salsa y carne, o si era mejor con más ingredientes. Yo les dije que pizza era pizza y que de seguro ambas tendrían un buen sabor, lo único que cambiaría sería la cantidad de ingredientes. Me ignoraron. Siempre suele suceder. Es muy rara la vez que me han escuchado. En mi casa somos 4 personas, mis padres y mi hermano, él es Dios para ellos. Todo lo que toca, hace o dice, es oro para ellos. No sé qué llegarían a pensar ellos de él si se dieran cuenta de que la mayoría de sus logros son plagios. A menudo, cuando estoy rodeado de personas, me da una ansiedad muy fea de no saber qué decir y, por ende, siento que no vale la pena que me conozcan, que yo no soy una persona que vale la pena ser escuchada. Eso ha alimentado más mis inseguridades con respecto a mi cuerpo y sobre quien soy."

Yo solo escuchaba a esa persona. Luego me di cuenta de que yo no me exceptuaba del caso.

A lo largo de mi vida, he sufrido constantes ataques de ansiedad en donde me da nervios y me pongo a soltar lágrimas, sin poder enunciar bien ninguna palabra. Mi ansiedad se trata el sobre pensar o sobre analizar todo y nada a la vez. Soy una persona muy insegura con respecto a mí mismo debido a que me cuesta muchísimo subir de peso, y normalmente, no puedo estar en calma conmigo mismo ni con los demás por llegar a tener ideas erróneas de las personas, muchas veces, sin motivo ninguno y aparente, pero lo pienso.

Y lo pienso.

Y lo pienso.

Y LO PIENSO.

Es muy difícil llegar a tener un día normal sin ningún tipo de estrés a causa de mi ansiedad, porque puedo llegar a crear tanto escenarios como se me sean posibles imaginar, y la mayoría de ellos me los creo. Es desgastante. Porque es un proceso que tú mismo tienes que aprender a controlar; la dificultad radica en que tú quieres cambiar, pero tu mente se exprime como una esponja para no dar espacio al cambio. Para mí, es muy difícil poder disfrutar de la compañía de alguien o de una pareja, y en dado momento en que no estemos juntos, "eso" se activa como un chip de autopiloto, y por experiencia propia, asfixias a los demás con tus ideas y casi siempre te terminan abandonando por ser incapaz de sentir confianza.

He leído libros acerca de ello y todos mencionan que la primera faceta para la superación de cualquier tipo de ansiedad es la aceptación de que tienes un problema psicológico y que por tal razón debes de ser atendido por un especialista.

En mi opinión personal, hay algunas cosas que pueden ser de ayuda a la hora de sufrir ataques de ansiedad, sin importar cualquiera que sea su tipo:

- Música. Para mi, la música es terapia. Es una forma de desahogo auditivo, que si sabes usarlo, puede ayudarte a reducir la cantidad de estrés. Dependiendo del género/s que escuches, mi recomendación es escuchar tus canciones favoritas en el momento en que tú sepas que empieza esa sensación tan fea...A mi me relaja muchísimo un grupo llamado Cigarrettes After Sex, puedes buscarlos en cuanto gustes, tal vez te puedo ayudar mediante la música.

-Informarse: Para personas que no poseemos la oportunidad de ir a una consulta con un especialista, yo acostumbro a buscar libros de psicología cognitiva y que enuncien cómo los pensamientos son las fuentes de todo lo que nosotros percibimos. En tal caso, yo ahora mismo estoy leyendo dos libros: "El arte de no amargarse la vida" y "Las gafas de la felicidad" ambos del mismo autor; Rafael Santandreu.

Como consejo final. No te asfixies tú mismo. Uno de mis primeros pasos para darme cuenta de ello fue empezar a escribir sobre lo que pasaba, luego sobre lo que yo sentía que pasaba y, en último lugar, lo que creía que pasaba. El conocerse a sí mismo (en mi opinión) es un arte. No sé si te ha pasado, pero yo antes no podría contestar una pregunta tan básica como: "¿Quién eres?". No me conocía, no sabía como era, sabía lo que hacía y decía, pero no sabía el porqué. Es una forma muy fácil introspectiva de darse cuenta cómo nos sentimos, tanto con las personas que nos rodean, así mismo con nosotros mismos.

Y no olvides, aprende a amarte.

Esa persona que yo conocía tiene 3 años de haber cometido suicidio...

En algún momento, todos necesitamos ayuda, y sobre todo, conocernos.

Espero haber sido de ayuda.